Gitana de voz negra

Amparo Velasco, La Negra, llega a Valencia con su nuevo flamenco cargado de jazz, tango y bossa nova.
Amparo Velasco.
Amparo Velasco.
Amparo Velasco.
Su primer disco, apadrinado por Javier Limón y editado por Sony BMG, no es sólo eso, es el lanzamiento artístico de una mujer que ha cantado desde niña, y es el resultado de toda una revolución interior.Y es que La Negra lleva esto de la canción en las venas. Como ella misma afirma, «de pequeña le vendí el alma a la música». Escuchaba a Camarón con sus padres, y después ella se ponía a Lenny Kravitz. Y así hasta que el productor Javier Limón se fijó en ella una noche que se lanzó a cantar en El Candela, un local flamenco de Madrid.

Con 25 años ya colaboraba con Bebo Valdés, Vicente Amigo y José Mercé.

La mezcolanza de estos artistas ha influido en las raíces posteriores que ha ido adoptando La Negra y que se plasman en su primer disco.

Jazz, latin-jazz, tango, y música brasileña se dan la mano en este trabajo personal y que trae aire fresco al panorama discográfico español. El álbum cuenta con las colaboraciones estelares de Niño Josele, Jerry González o Bebo Valdés en canciones como Nada, Antes o Inevitable.

Las letras de los 10 cortes tienen un carácter eminentemente romántico, hablan de su vida y las ha escrito, en su mayoría, con la ayuda de su amigo el guitarrista Fraskito.

La sala El Loco recibe esta noche a Amparo Velasco, una artista con la voz tan morena como su tez de gitana alicantina.

* Erudito Orellana, 12. Hoy, a las 23.30 h. Se pueden conseguir invitaciones solicitándolas por mail a: mensajes@lococlub.org. Si no estás entre los afortunados, de 10 a 12 euros.

El fruto maduro de una gran revolución

La Negra se casó muy joven con un hombre gitano, tuvo dos hijas y desde entonces quedó privada de su libertad. Pero hace 5 años se divorció e inició la revolución de su vida con un toque drástico: se rapó el pelo, empezó a trabajar y volvió a escribir canciones. Fue entonces cuando Javier Limón le insistió por segunda vez (la primera no pudo ser, aún estaba casada) para que le diera una oportunidad a su voz. Ella le enseñó las canciones que había escrito y a la semana estaba firmando un contrato con el sello discográfico Casa Limón.

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