Descubren con un detector de latidos a un subsahariano en el doble fondo de un salpicadero en la frontera de Melilla

La Guardia Civil ha descubierto en la frontera que separa Melilla de Marruecos a un inmigrante de origen subsahariano oculto en el doble fondo construido en lugar del salpicadero del vehículo gracias al detector de latidos que alertó de la presencia de un ser humano en un coche aparentemente ocupado por dos personas, el conductor y un acompañante, ambos de nacionalidad marroquí.

La Guardia Civil ha descubierto en la frontera que separa Melilla de Marruecos a un inmigrante de origen subsahariano oculto en el doble fondo construido en lugar del salpicadero del vehículo gracias al detector de latidos que alertó de la presencia de un ser humano en un coche aparentemente ocupado por dos personas, el conductor y un acompañante, ambos de nacionalidad marroquí.

Según ha informado un portavoz de la 2006 Comandancia, los hechos se han producido en el puesto de Beni-Enzar cuando los agentes procedieron a la inspección de un turismo marca SEAT, modelo Ibiza, color gris que en ese momento accedía a territorio nacional ocupado a primera vista por su conductor y un acompañante.

Sin embargo, los sensores de ritmo cardiaco detectaron la posible presencia de algún ser vivo en el interior del vehículo, lo que propició un registro pormenorizado del mismo que dio su fruto "ya que bajo su salpicadero apareció un habitáculo perfectamente construido en el que se ocultaba una persona". Fue necesario forzar el salpicadero y el parabrisas para acceder y llevar a cabo su rescate, ha indicado la citada fuente.

El portavoz policial ha detallado que se ha tratado de un inmigrante de 46 años de edad, aspecto subsahariano, indocumentado, que dice proceder de Burkina Faso, y que presentaba síntomas de desorientación, entumecimiento y respiración agitada "motivado por el reducido habitáculo en el que venía oculto y a la escasa entrada de aire que recibía". Sin embargo no ha sido necesario su traslado a un centro hospitalario dada su pronta recuperación.

Inmediatamente los guardias civiles actuantes procedieron a la detención del conductor, un ciudadano marroquí de 22 años que atiende a las iniciales N.M.Z. y de la persona que lo acompañaba I.Z; también de nacionalidad marroquí, si bien éste tiene fijada su residencia en Melilla. Los mismos, tras ser puestos a disposición Judicial como supuestos autores de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, conocido coloquialmente como "tráfico de personas", han ingresado en prisión.

Por su parte, el inmigrante localizado ha sido puesto a disposición judicial en calidad de testigo y posteriormente entregado al Cuerpo Nacional de Policía a efectos de la aplicación de la vigente Ley de Extranjería.

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