En esta zona, que abarca el sur de la provincia de Pontevedra, se esperan recoger 25 millones de kilos de uva (un 10% más que en 2005), especialmente albariña.

El resto de la Galicia vinícola está entre Ourense y el sur de Lugo. En O Ribeiro, principal competidor en  blancos con Rías Baixas, llegarán a los 20 millones de kilos «de muy buena o excelente calidad», según Pablo Vidal, técnico del consejo.

Más modestas son las pretensiones de las D. O. Valdeorras, con 8 millones de kilos, la de Ribeira Sacra (5 millones) y la de Monterrei (1,5 millones). La mayoría de estas uvas serán de las variedades mencía o godello (tintas).

Apuesta por los caldos de reserva

Aunque el 90% de los vinos gallegos se consumen en el mismo año –vinos jóvenes–, las bodegas adscritas a las denominaciones de origen apuestan, cada vez más, por los caldos de crianza. «Es una cuestión de mercado: por el momento hay pocos porque las bodegas venden todo lo que pueden, pero a ver cómo responden cuando los empecemos a comercializar», explica José Manuel Rodríguez, presidente de la D. O. Ribeira Sacra. Y es que «la calidad de nuestros reservas se empieza a reconocer por encima de otros más consolidados», sostiene Rodríguez.