Después de una década de silencio, el dueto musical Amistades Peligrosas regresa, aunque sin Alberto Comesaña. Manu Garzón será la nueva pareja de Cristina del Valle, que comienza esta nueva etapa "con ganas de saborearla".

Al otro lado del teléfono, Cristina del Valle habla con ilusión del proyecto y de su nuevo compañero de trabajo.

¿Cómo surgió la idea de volver?

Ha pasado el tiempo suficiente y yo he recuperado la ilusión por la música. En la época en la que triunfó Amistades Peligrosas, Alberto y yo éramos una pareja aún poco hecha, tanto en lo sentimental como en lo profesional. Nos pilló el éxito en un momento de inmadurez y la locura me impidió disfrutar del momento. Ahora quiero saborear las cosas.

¿Le quedó algo por decir a Amistades Peligrosas?

Faltó una evolución, que quedó bloqueada porque los criterios de los que componíamos el grupo se fueron separando. Además, había mucha gente opinando y mucha presión por vender discos.

¿Qué aprendió de aquello?

Que la música no se puede tratar como un producto de mercado. En cuanto a lo personal, ahora afronto esta aventura con más sabiduría. Y me apetece hacer las cosas como yo quiero.

¿Y cómo quiere que sean?

En Amistades Peligrosas siempre luché por la parte rítmica. Ya en el primer álbum apareció Africanos en Madrid, unas de las canciones donde está presente esa parte étnica que siempre me ha apasionado. Entonces esos sonidos eran discretos porque Alberto estaba más asentado en el pop. Ahora cobrarán más relevancia. Hay música árabe, africana, latina... y hay más unidad. Creo que así hubiera evolucionado Amistades Peligrososas si hubiera continuada... desde mi punto de vista.

¿Y las temáticas?

El nuevo álbum, que aún está grabándose, se titula El arte de amar y con él queremos transmitir que frente a la crisis, el miedo y la incertidumbre actuales, hay que reivindicar la creatividad  y el riesgo. Es un acercamiento al espíritu de los 60 y a lemas como "Haz el amor y no la guerra", un ideario que ha vuelto a resurgir con los indignados y con la Primavera árabe.

¿Quién es su nuevo acompañante?

Conocí a Manu a través de un amigo común. Había trabajado en musicales y tiene una banda de rock duro, El Viaje. Le gustan el rock, el jazz y el soul, pero temas como Africanos en Madrid le encantan. Con él puedo trabajar en acústico y hacer juegos vocales. Y estamos en la misma línea, no solo profesionalmente, sino en cuanto a ideario: cree que ser hombre pasa por unos parámetros que no tienen nada que ver con la violencia, está cargado de feminidad, es amoroso y un gran ser humano.

¿Dónde está Alberto Comesaña?

Él tiene su grupo desde hace tiempo, trabaja con una chica. Él va a lo suyo y yo a lo mío, hemos escogido vías muy diferentes.

Actuán en las fiestas del Orgullo Gay. Son fechas significativas...

Amistades Peligrosas siempre ha estado ligado al tema social: fui pregonera del Orgullo en Chueca (Madrid) cuando todavía se trataba de una fiesta  casi familiar. Estamos sufriendo retrocesos en materias de igualdad y los matrimonios gays han sido cuestionados por el actual Gobierno. El deber aquí es recordar que todo el mundo tiene derecho a elegir con quien se relaciona afectiva y sexualmente.