El diputado general de Álava, Javier De Andrés, ha inaugurado una promoción de siete viviendas tasadas en Santa Cruz de Campezo cuyo proyecto ha sido realizado por la Sociedad Foral Arabarri y que ha sido construido en madera maciza contralaminada.

La superficie de las viviendas, que ya están listas para su entrega, varía de los 60 a los 72 metros cuadrados útiles, y sus precios oscilan entre los 86.000 euros y los 140.000.

Este edificio, a cuya inauguración ha asistido también el diputado de Administración Local, Javier Ruiz de Arbbulo, es el primero de cuatro plantas de Euskadi que se asienta en una estructura de este tipo, según ha informado el Gobierno foral en un comunicado.

De Andrés ha destacado que "se trata de un edificio totalmente sostenible", puesto que no se genera ningún residuo en su construcción o reciclado y además permite un gran ahorro energético a sus habitantes gracias a su aislamiento térmico.

Asimismo, el diputado general ha valorado que este tipo de actuaciones se lleven a cabo en los cascos históricos de los pueblos alaveses, puesto que mejoran e impulsan la vida y actividad en los mismos.

Las viviendas cuentan con un sistema de calefacción mixto con caldera de gas y otra para la generación de calor a través de biomasa, mediante la quema de restos de madera.

La actuación de la Diputación está motivada por la petición del Ayuntamiento de Campezo, después de que una empresa que promovía en el solar diez viviendas abandonase el proyecto. Una vez adquirido el terreno, y ante la presencia de restos arqueológicos de la muralla medieval de la localidad, Arabarri modificó el planteamiento de la promoción.

Además, se aprovechó para abrir un cantón entre la calle de La Villa y las huertas. Por todo ello, finalmente el proyecto contempló la ejecución de siete viviendas y tres plazas de aparcamiento. Para su construcción han sido necesarios ocho meses, puesto que en los sótanos se utilizaron materiales convencionales, mientras que la estructura de madera, los cierres de las fachadas y las cubiertas, que no precisan de mecanización en obra, se colocaron en tan solo siete días.