Hay bares que te los enseña un verdadero amigo, como si de un secreto se tratase. En ellos, uno se siente como en casa y la tertulia, sobre los temas que a uno le interesan, está servida. Uno que me enseñaron hace tiempo es la Abacería Casa Alonso, abierta desde 1928: una tienda con espíritu de bar de amigos, cuando cae la tarde, y donde es un gusto comer un plato de jamón, de ensaladilla casera y, ya mismo, cocido de berza los domingos.Detrás del mostrador están Paqui y Ángel, que no para entre conservas y chacinas de la Sierra de Huelva, elaborando montaditos de carne mechá, partiendo el jamón y sacando tapas.