El secretario de Medio Ambiente del sindicato CC.OO, Llorenç Serrano, ha afirmado esta semana en el Congreso de los Diputados que el problema del empleo y el cambio climático son "dos caras de la misma moneda" y que las políticas climáticas no son un sacrificio sino una oportunidad para generar puestos de trabajo.

El responsable sindical ha apostado por las inversiones en este sector para salir de la crisis laboral aludiendo a varios estudios realizados por el sindicato sobre los yacimientos de empleo 'verde' en España.

Así ha referido que las renovables en 2010 habían generado 118.000 empleos y que si continuara la tendencia de crecimiento, que ahora, ha señalado, se ha visto truncada por los recortes, en 2020 habría unos 200.000 empleos.

Otro yacimiento apuntado por Serrano en el Congreso ha sido el de la rehabilitación energética de viviendas.

En este sentido, ha explicado, que hay 14 millones viviendas que deberían pasar por una remodelación de eficacia energética, y con una inversión de 12.500 millones al año para medio millón viviendas, se crearían 105.000 empleos constantes de aquí a 2040.

Por otra parte, el portavoz sindical ha aludido a la movilidad sostenible de viajeros y ha referido que en España había en 2008 en este sector 280.000 empleos, cuando la movilidad sostenible representaba el 18%.

Con un objetivo para 2020 de un movilidad sostenible que representara el 30% se llegaría a 329.000 empleos, ha concluido.

Finalmente, Serrano ha querido hacer hincapié en el hecho de que las sucesivas cumbres de cambio climático organizadas en los últimos años por el conjunto de la comunidad internacional en diferentes ciudades (Copenhague, Durba, Cancún ...) han sido una "suma de fracasos" continuados.

Durante su comparecencia ante la Comisión de Cambio Climático, Serrano ha considerado que estos encuentros no hacen sino aumentar la brecha entre lo que es necesario para mitigar el cambio climático y lo que comprometen los Estados.

A su juicio, Río+20 —la última de estas cumbres celebrada en Brasil hace unos días— ha reflejado la misma dinámica que las anteriores cumbres y "es evidente la desconfianza de los Estados" a que se les impongan objetivos de política global.