La Fiscalía ha solicitado penas que suman 13 años de prisión para una mujer acusada de intentar asesinar con un cuchillo a la compañera sentimental de su expareja. La procesada agredió a la víctima desde el asiento trasero del turismo que ocupaban los tres después de haberles abordado a la salida del centro de acogida en el que habían visitado a la hija menor de edad que tienen en común.

M.I.V.N., quien en marzo de 2009 se encontraba inmersa en un proceso por la custodía de la menor, ha dicho este miércoles ante el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Almería que puso el arma blanca, de 25 centímetros de hoja, en el cuello de la compañera de su expareja porque quería "asustarles, meterles miedo para que dijeran la verdad y no me quitarán a mi hija" y ha negado que tuviera intención de quitarle la vida.

"Ella se movió, fue independiente de mi voluntad. Antes los dos se habían burlado de mi, me sentí morir y por eso tuve la reacción que tuve", ha explicado la procesada, a la que se imputa la presunta comisión de un delito de asesinato en tentativa y otro de lesiones. La víctima recibió un total de cuatro cuchilladas en el cuello, el rostro y los brazos mientras que la expareja de la acusada recibió una puñalada en el muslo tras la que pudo desarmarla.

En esta línea, M.I.V.N. ha indicado que, en la mañana del 24 de marzo de 2009, acudió a las puertas del centro de menores donde estaba acogida su hija para intentar hablar con su excompañero y arreglar "como personas adultas las cosas" ya que —ha subrayado— "él había mentido para perjudicarme en el litigio de la custodia y estaba dando largas por teléfono". Ha rechazado que supiera que la compañera sentimental de su expareja iba a estar allí. "No está autorizada para visitas y no pensé que estuviera allí".

En la primera sesión de la vista oral, que continuará este jueves, ha prestado también declaración la víctima, de 57 años, quien ha resaltado que el ataque que recibió fue "completamente por sorpresa". Ha detallado que cuando la procesada se subió en el vehículo la vio "coherente, normal y calmada" y ha remarcado que intentó "ayudarla" cuando vio que no se bajaba pese a que se lo estaba pidiendo su expareja.

"La invité a desayunar porque no le vi nada raro. No hubo ninguna contrariedad entre las dos. Muy al contrario, me volqué con ella y no se me ocurrió que pudiera hacer nada. Por eso —ha lamentado— ni siquiera miré por el retrovisor".

"fue a por mi a mansalva"

Sobre la agresión, ha relatado como sintió "de repente un empujón, me fui para adelante pese al cinturón de seguridad y vi la sangre. Me note morir. Fue a por mi a mansalva hasta el punto de que una herida quedó a un centímetro de la yugular y el médico me dijo que había vuelto a nacer".

Por su parte, el excompañero sentimental de la acusada, de 62 años y con la que mantuvo una relación de diez años, ha explicado que, pese a que le dijo que se bajara del coche con advertencia de llamar a la Policía, su pareja "que es muy humanitaria" la invitó a desayunar.

"De repente vi sangre por todos lados y a ella dando viajes con el cuchillo mientras que gritaba 'os tengo que matar y os mato' cogiéndola del pelo". Fue de improviso", ha apuntillado para detallar que pudo coger el arma cuando se la clavó en la pierna. "No la vi venir y no dijo ni palabra que pudiera hacerme pensar que iba a hacer lo que hizo".

Ante el tribunal de la Sección Segunda han declarado, asimismo, los dos policías locales que intervinieron en los primeros momentos tras la agresión. El agente que se entrevistó con M.I.V.N. ha indicado que estaba "tranquila, coherente" y que le trasladó que le "querían quitar a su hija, que había sido ella" mientras extendía las manos para que le pusieran los grilletes.

La acusada, de 46 años y natural de Lugo, fue detenida a primera hora de la mañana del 24 de marzo de 2009 poco después de cometer la agresión en el interior de un vehículo en las inmediaciones de la carretera de Alhadra, en el barrio de Los Molinos.