La Junta de Personal y el Comité de Empresa del Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS) han desconvocado la huelga que tenían prevista para este miércoles, en una decisión que han adoptado para "favorecer un clima de negociación" y para mostrar su "voluntad de mantener el diálogo" con la Administración.

La huelga de 24 horas en el ICASS iba a tener lugar mañana jueves e iba acompañada de la celebración de varias concentraciones ante la sede del Palacio Macho.

Sin embargo, los órganos de representación de los trabajadores informan en un comunicado de que han tomado la decisión de aplazar la convocatoria de esta jornada de huelga, que afectaba a más de 1300 trabajadores, entre funcionarios y laborales.

Los representantes explican que han sido convocados por el ICASS el viernes 29 de junio a las 8.30 horas, pero que "desconocen" en relación con esta reunión si sus propuestas han sido aceptadas, ya que la Administración "no ha remitido documentación alguna" sobre la reestructuración de los puestos de trabajo.

Los representantes quieren "dejar claro que su voluntad y la de los trabajadores es la de garantizar un clima de diálogo, tal y como se acordó en la asamblea de trabajadores del pasado 25 de junio", y expresan su "convencimiento" de que "el Gobierno será sensible a las propuestas que le han remitido", el pasado 22 de junio, y que "están aún pendientes de contestación".

Según explican, las propuestas de los representantes de los trabajadores tienen como finalidad el mantenimiento de unas plantillas "suficientes" para atender los servicios mínimos "exigibles", "con garantías para la calidad a los usuarios".

Además, incluyen la reubicación del personal con criterios objetivos, en primer lugar, de forma voluntaria y, cuando no sea posible, aplicando los criterios de generales de adjudicación de puestos.

Pero pese a su "voluntad negociadora" el Comité y la Junta también denuncian la "difícil situación" del ICASS, que motivó la huelga inicialmente y que se plasma en una "progresiva merma de plantillas, el incumplimiento de los mínimos que requiere el servicio y las serias dificultades para cubrir las necesidades reales de los centros".

Del mismo modo, han expresado su "malestar" ante el hecho de que los representantes de los trabajadores "obtengan la información a través de la prensa".

Por ello, piden al Gobierno que "respete" a los órganos de representación, que "haga uso de los canales legalmente establecidos para llegar a acuerdos y consensos", ya que, según denuncian, "éstos no se respetan ni parece que haya interés en que existan".