El secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá, considera que los bancos y las constructoras que están en el capital de la decena de autopistas que afrontan un riesgo de quiebra también "deben contribuir" a superar "la difícil situación que atraviesan" estas vías.

"Algunas de estas vías no van bien y deben ser objeto de apoyo, pero deben recibir apoyo por todas las partes y no sólo por parte del Gobierno", indicó Catalá. "Todas las piezas que intervienen, constructoras, bancos y operadoras, deben contribuir también", añadió.

Durante una comparecencia en el Senado, el 'número dos' de Fomento recordó que el Ministerio ya ha dispuesto dos mecanismos para paliar la situación de estas vías de pago con problemas de solvencia. Se trata de una línea de préstamos participativos por un total de 290 millones de euros y la ampliación hasta 2021 de la vigencia de las cuentas de compensación, medidas ambas incluidas en los Presupuestos de 2012.

Con estos dos instrumentos, el Departamento buscan solventar el desequilibro que algunas autopistas registran por el sobrecoste que afrontaron en la expropiación de los terrenos sobre los que se construyeron y la caída de los tráficos.

En este sentido, Catalá apuntó que, como otro tipo de negocios en una coyuntura de crisis, "las autopistas funcionarán cuando haya tráfico". Por el momento, abogó por ayudar a "sostener la actual situación".

No obstante, apuntó que dicha ayuda "no sólo está en manos del Gobierno". "Constructoras, bancos y concesionarias, también deben contribuir", añadió en referencia a la estructura accionarial de estas vías en los que figuran algunos de los grandes grupos constructores cotizados y entidades financieras.

Entre la decena de autopistas en riesgo de insolvencia figuran las radiales de Madrid, la que une la capital con el aeropuerto de Barajas, la Ocaña-La Roda, la Cartagena-Vera o la Madrid-Toledo. Esta última, ya ha solicitado concurso de acreedores.