Renfe ha completado la instalación y puesta en servicio de 93 controles de acceso en estaciones pertenecientes al Núcleo de Cercanías de Sevilla, que afectan a las cinco líneas en funcionamiento, con el objetivo de "agilizar la entrada y salida de viajeros" así como de "mejorar la seguridad de las estaciones".

Según ha informado la entidad en una nota, los controles se han instalado en 16 estaciones de la red ferroviaria. En el caso de la Línea C-1, se han instalado en Utrera, Dos Hermanas, Virgen del Rocío, La Rinconada, El Cáñamo, Brenes, Los Rosales y Lora del Río.

Igualmente, las nuevas estaciones de la Línea C-2, Cartuja, Estadio Olímpico y San Jerónimo, también disponen de estos controles de acceso, así como Palacio de Congresos (Línea Circular C-4). En la Línea C-5 se han instalado en Benacazón, Sanlúcar la Mayor, Salteras y Villanueva del Ariscal.

De los 93 pasos que se han puesto en servicio, 25 cuentan con dimensiones adaptadas a personas con movilidad reducida. Además, los controles de acceso están conectados mediante un interfono con el Centro de Gestión de Viajeros Urbanos e Interurbanos de Sevilla, por lo que ante cualquier duda o incidencia, los viajeros pueden conectar con el personal de cercanías que les indicará las pautas a seguir.

Máquinas canceladoras tras el verano

En la actualidad, Renfe trabaja en la instalación de 28 máquinas canceladoras que se ubicarán en otras 16 estaciones del Núcleo de Cercanías de Sevilla. Estás máquinas permitirán a los viajeros formalizar sus títulos de transporte antes de acceder al tren y estarán operativas tras el verano.

En la línea C-1, las canceladoras se pondrán en servicio en las estaciones de Santa Justa, San Bernardo, Lebrija, Las Cabezas, Cantaelgallo, Bellavista, Los Rosales apeadero, Guadajoz y Cantillana. En la Línea C-3 se ubicarán en Tocina, Villanueva del Río y Minas, Pedroso y Cazalla-Constantina. También se instalarán en Padre Pío-Palmete (Línea Circular C-4), así como en Valencina-Santiponce y Camas, ambas en la Línea C-5.

La entrada en funcionamiento de estos controles de acceso, tanto de los pasos como de las máquinas canceladoras, no supone ninguna alteración en el servicio de Cercanías, que mantiene la oferta comercial vigente y los títulos de transporte actuales.