El calor intenso puede provocar que un concierto se arrugue y decolore, hasta convertirlo en traslúcido. El sábado por la tarde en el Matadero de Madrid, y con motivo de la celebración del festival Día de la Música, los londinenses Fanfarlo y los texanos Spoon aguantaron con humildad los rayos de sol directo que horneaba su actuación mientras sus rostros iban adoptando nuevas tonalidades, cada vez más rosadas.

Tuvieron momentos notables, pero todo pareció desdibujarse cuando las temperaturas se suavizaron y Mercury Rev y su vocalista vestido de invierno, pero tan bien conjuntado, ocuparon su puesto. Con dominio.

Mercury Rev no traía nada nuevo porque desde 2008 no ha vuelto a pasar por el estudio de grabación. Ya había anunciado que su directo giraría en torno a Deserter's Songs, el álbum que en 1998 los erigió en elegantes príncipes del pop independiente de la época.  Sin embargo, cuando su frontman, Jonathan Donahue, apareció en el escenario blandiendo una botella de vino y tan flaco como antaño, las melodías flotaron grandes, enormes y evocadoras.

Poco después el cantante, con reflejos de purpurina, daba una lección de hechizante plasticidad. Como un hada.

Love of Lesbian ocupó la franja más delicada de la jornada, ya que su show coincidió con la celebración del partido de la Eurocopa que enfrentaba a España con Francia.  Aún así, los catalanes lograron llenar más que dignamente el auditorio.

Si la pantalla gigante que se había instalado a unos metros para retransmitir el encuentro de fútbol anunciaba gol, los músicos respondían con una hilera de éxitos coreables y bien ensayados. Si Xabi Alonso se acercaba peligrosamente a la portería contraria, el cantante Santi Balmes llamaba la atención sobre los presuntos desfalcos de Iñaki Urdangarín o bajaba al foso para darse un baño de masas.

Quizá los que no conozcan bien a los barceloneses no terminen de entender el fervor que despiertan entre sus seguidores,  que son capaces de recitar sus letras de carrerilla, sin equivocarse ni una sola vez.  O les resulte curioso que el cantante menudo de la banda arranque suspiros ahogados de las primeras filas cuando las rocía con sonrisas fugaces y miradas de medio lado. Algunos de los que alguna vez se cuestionaron esto ya militan en las filas de adeptos lesbianos. Cuidado.