El presidente de Cantabria, Ignacio Diego, ha lamentado este jueves que los responsables del "desgobierno" de Cantabria no hayan hecho el "debido examen de conciencia" pese al "veredicto" de los ciudadanos en las urnas, convertidas en "urnas funerarias" del "negacionismo, el despilfarro y la demagogia".

Además, en su intervención en el debate sobre la orientación política del Gobierno, conocido como debate del estado de la Región, el presidente ha criticado que PSOE y PRC tampoco hayan "extraído" las conclusiones de ese examen.

"Sigo escuchando cada día opiniones como de gente que sigue con los ojos cerrados a la realidad o como si acabasen de desembarcar de una nave extraterrestre", ha aseverado.

Y aunque cree que ese "déficit de autocrítica" no "impedirá" la gobernabilidad de Cantabria, al disponer el PP de mayoría absoluta, Diego sí que cree que esa actitud "dificulta" que la sociedad cántabra adquiera una "conciencia clara" de que "necesitamos entrar en una nueva etapa de nuestra historia económica".

Partiendo de la base de que "nadie está en posesión de verdades absolutas", Diego espera que esa "reflexión" y "reciclaje" se produzca para que en los debates parlamentarios "se confronten alternativas realistas de futuro", de modo que haya "más espacios de cooperación".

En su intervención, la primera desde que es presidente y la primera de esta legislatura, Diego ha recriminado a sus predecesores que estuvieran "engañando" a los cántabros y "a sí mismos", con medidas como las más de 80.000 facturas sanitarias "en el cajón".

O las "locuras", entre las que ha citado el aeródromo de La Lora que Aviación Civil no permite autorizar, los 40 millones "enterrados" en la fábrica de fibroyeso de GFB, o "abandonar" el "esfuerzo" del contribuyente en el Racing "en manos de un personaje exótico de ignota recuperación".

Era la Cantabria de la "tierra quemada", de los "laberintos jurídicos", la "ocultación" y el "naufragio del sentido común", que, ha advertido, "no sale gratis". Diego también se ha referido a la actitud "demencial" del anterior Gobierno central socialista ante la crisis económica.