El concejal de Participación Ciudadana en el Ayuntamiento de Gijón, Pedro Barbillo (Foro), ha anunciado este martes la nueva Ordenanza reguladora de Venta Ambulante, por la que se unificarán los puestos del Rastro con los colores rojo y blanco de la ciudad y se ampliará la concesión a diez años, prorrogables por otros diez, además de exigir un documento de compra.

Barbillo, en rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno Local donde se ha aprobado el nuevo texto, ha explicado que se quiere con ello dar una profesionalización al sector y una imagen al Rastro. La Ordenanza, compuesta por 44 artículos así como varias disposiciones, afectará a los 769 módulos del Rastro y a los seis del Mercado de Numismática, ambos en la misma ubicación, pero también a los existentes en el paseo del Muro.

Según el edil, tras la aprobación en la Junta, deberá seguir su tramitación, pasando primero por la Comisión, luego al Pleno para una aprobación inicial tras el periodo de información pública, y luego un nuevo periodo de alegaciones antes de su aprobación definitiva.

Con todo, ha confiado en que a primeros de 2013 esté lista y ha adelantado que se respetarán las concesiones que ya están concedidas. Los vendedores tendrán un plazo de seis meses para ajustarse a las exigencias de la norma. El edil ha apuntado que, si bien supone un gasto, con diez años de concesión tienen tiempo a amortizarlo.

Sobre el nuevo texto normativo, ha resaltado que se regulan las ventajas tanto de los vendedores como de los consumidores. En el caso de los primeros, ha adelantado que se regulan las sustituciones por enfermedades largas o bajas de embarazo o maternidad, se incrementa el campo de la zona de venta de alimentos, se aumentan las vacaciones, se regulan las ausencias y se amplían los horarios de acceso y retirada del recinto.

Sobre la venta de alimentos, en la Ordenanza actual solo se permite huerta, quesos, pan y encurtidos, hamburguesas y churros, mientras que en 2013 se ampliará a todos los artículos de alimentación, siempre teniendo en cuenta las normas alimentarias, como son embutidos, pollos asados o vinos, por ejemplo.

Lista de espera

Especialmente ha destacado el aumento de la concesión, diez años por otros diez prorrogables año a año, mientras que también se aligeran los trámites burocráticos, de forma que es más rápido conseguir la autorización de venta, por medio de la llamada declaración responsable. Barbillo ha destacado que hay lista de espera, de aproximadamente la mitad de los puestos. Cada módulo de cinco metros tiene un coste de 254,6 euros mensuales y actualmente hay 331 vendedores.

En cuanto a la uniformidad, a excepción de los puestos de alimentación que vestirán el color verde, el resto será de rojo y blanco, siendo este último utilizado para el toldo del techo y el rojo para los laterales y la 'falda'.

Los vendedores también deberán cumplir con sus deberes, como es la expedición de un documento de compra, ya sea un ticket o factura, además de estar obligados a mostrar el albarán si se lo pide y a tener la referencia de precios.