El Centro Cívico de San Francisco, en Bilbao, se convertirá este jueves, a partir de la una de la tarde, en el "baluarte del compromiso de las mujeres inmigrantes por la prevención de la violencia machista e intrafamiliar" y la promoción de la salud integral en sus entornos más cercanos, con el acto de clausura del programa Mujer, Salud y Violencia 2012, que finalizará con la entrega de los diplomas a las 31 mujeres, cinco más que el año pasado, que han actuado como agentes de empoderamiento.

De la mano de la formación y sensibilización de las agentes de empoderamiento, las 31 mujeres, de 15 países diferentes de las comunidades magrebí, la subsahariana y la latinoamericana, emprendieron un proceso de aprendizaje e interiorización de contenidos en la materia, para facilitar el intercambio y la interculturalidad, y minimizar así la discriminación a la que la sociedad les enfrenta por por el hecho de ser mujeres y por el de ser inmigrantes.

En un espacio de comunicación adecuado para potenciar la relación mutua y la confianza, el programa Mujer, Salud y Violencia ha trabajado en la línea de la prevención de la violencia sexista e intrafamiliar, así como la promoción de la salud integral física y emocional de las mujeres.

Para ello, se ha incidido en dos ejes. El primero permitió propiciar el acercamiento a entidades y asociaciones, abrió el programa a 208 mujeres de 22 nacionalidades distintas y contó con la colaboración de varias asociaciones que ayudaron a gestionar 21 talleres de formación y sensibilización para el fortalecimiento personal orientado a enriquecer el rol de las mujeres en ámbitos distintos a los que la sociedad y su entorno cercano les impone.

En la segunda vertiente, se encauzó la formación directa de mujeres bilbaínas como agentes de empoderamiento con la asistencia técnica del módulo psico-social Auzolan.

Pautas de vida sana

Dotándolas de las herramientas necesarias para transmitir pautas de vida sana, identificar situaciones de violencia y aprender sobre los recursos públicos existentes en la materia, las nuevas agentes propiciaron que el programa para la prevención de la violencia sexista llegara a otras 310 mujeres, generando así una red de relaciones afectivas, familiares y sociales que frenen la discriminación y vulnerabilidad a la que se ven sometidas, y haciéndolas protagonistas y agentes directos de la integración social.

En total, el programa Mujer, Salud y Violencia 2012 prevé intervenir con un número estimado de 550 mujeres en la capital vizcaína.