Probablemente, las grietas y mal estado del inmueble le impedirían pasar una inspección urbanística con un mínimo de rigor.
Hace unos años hubo obras de apuntalamiento porque la situación comenzaba a ser peligrosa, según denuncian los trabajadores. El jefe de organización de Urbanismo, José Abadía, explicó que el edificio, aunque es viejo, cumple las medidas de seguridad y no corre ningún peligro, y añadió que estos trabajadores serán los primeros en trasladarse al nuevo edificio del Seminario en cuanto esté terminado.
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