La Policía Nacional ha detenido a 17 integrantes de un grupo organizado, la mayoría ciudadanos rumanos, que cometía robos, por el procedimiento del 'butrón', en establecimientos comerciales, en especial estancos, y de hostelería de Santander.

De los detenidos en la llamada 'Operación Búcaro', a cinco de ellos se les acusa de llevar a cabo los robos y otros doce son receptadores de la mercancía robada. A los primeros se les imputan once robos consumados y uno en grado de tentativa, cometidos entre los meses de marzo y abril, ha informado la Policía Nacional.

La banda, que cometía los robos por el método consistente en romper la pared, el techo o el suelo de los establecimientos, tenía como objetivo principal los estancos y todo lo relacionado con el tabaco por la facilidad, según la Policía, con que le daban "salida".

No obstante, "tampoco eran reacios" a desvalijar alguna tienda de deportes o a apoderarse del dinero y aparatos audiovisuales de alguna peluquería que por error atravesaron antes de "vaciar" un estanco.

A principios del mes de marzo se tuvo conocimiento de los primeros robos, contabilizándose un total de cinco butrones. La Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía Judicial inició una investigación que comenzó a dar sus frutos a mediados de abril, cuando los integrantes de la banda habían cometido otros cuatro robos utilizando el mismo procedimiento.

Finalmente, el 21 de abril, se registró un último robo en la zona de La Albericia, en el que resultaron afectados una peluquería y un estanco, tras practicar un agujero que comunica ambos establecimientos, apoderándose de dinero en metálico, un televisor y gran cantidad de cartones de tabaco.

A partir de ese momento, tras obtener indicios suficientes sobre los supuestos autores, se estableció un dispositivo encaminado a detener a un ciudadano rumano de 45 años, P.S., lo que se consiguió en la madrugada del 25 de abril en la calle Alta, interviniéndole 2.200 euros. Sobre el acusado pesaba una Orden Europea de Detención, interesada por las autoridades judiciales de Rumanía, por su participación en varios robos con fuerza en domicilio en dicho país.

Con esta detención, los robos se paralizaron y durante el hasta el mes de mayo no se registró ni detectó actividad delictiva alguna por parte de la banda. No obstante, continuaron los dispositivos preventivos en puntos neurálgicos de la ciudad, así como discretas vigilancias en el entorno de los componentes del grupo.

A consecuencia de ello, en la madrugada del 8 de junio se detuvo "in fraganti" a los otro cuatro miembros del grupo en la calle Alta, cuando intentaban penetrar en un estanco tras haber practicado el agujero correspondiente en la parte trasera del comercio, aprovechando la existencia de un edificio en ruinas.

Los detenidos, tres hombres y una mujer, responden a las iniciales M.A.V., de 40 años; G.G.B., de 37; M.M., de 44; y C.S., de 19. Se les intervino un gato hidráulico, seis piezas metálicas, una palanqueta y dos destornilladores, empleados para la práctica de los 'butrones', así como dos vehículos que iban a utilizar para transportar el tabaco robado.

Los cuatro, con diversos antecedentes, fueron puestos a disposición judicial, que decretó el ingreso en prisión de tres de ellos. Con esto, se dio por finalizada la primera fase de la operación, en la que se les ha imputado once robos con fuerza consumados, además de otro en grado de tentativa que pretendían cometer la madrugada del día en que fueron detenidos.

Para practicar los agujeros con los accedían a los establecimientos, siempre de madrugada, buscaban locales contiguos sin actividad comercial, viviendas deshabitadas, portales, garajes, hasta huecos de ascensores, que les permitían "trabajar" con una cierta discreción, según la Policía.

Segunda fase

A partir del 11 de junio se puso en marcha la segunda fase de la operación para detener a todos los receptadores que ponían a la venta en el "mercado negro" los efectos robados. Ese mismo día se detuvo a I.N.G., de 39 años, como principal responsable de dar "salida" a lo robado, principalmente tabaco, además de prendas deportivas, colonias, etcétera.

Según la Policía, este último gestionaba un auténtico "supermercado ambulatorio" y tenía bajo su mando una completa red de compradores y distribuidores, hasta once personas más -siete rumanos y cuatro moldavos- que han sido paulatinamente detenidos y puestos en libertad con cargos, tras prestar declaración. I.N.G., con antecedentes, fue puesto a disposición judicial.

No se descarta que se realice alguna detención más de receptadores, para dar por concluida de forma definitiva la operación.

Según la Policía, con la detención de estas 17 personas se da por desarticulada una banda organizada especializada en robos por el procedimiento del butrón que había originado la consiguiente alarma y preocupación en el sector del comercio de Santander.