La Sección Primera de la Audiencia Provincial celebra este lunes un juicio a un hombre acusado de violar, pegar y amenazar a su pareja en su domicilio de la capital cordobesa. Hechos por los que el Ministerio Público solicita una pena de un total de 13 años y siete meses de prisión, además de 20 años de prohibición de acercamiento y comunicación con su pareja.

Según recoge la calificación fiscal, a la que ha tenido acceso Europa Press, el día 23 de diciembre de 2011, sobre las 21,00 horas, el procesado, J.F.A.A., llegó bebido a su domicilio de la capital cordobesa, en el que comparte con su pareja durante un año una habitación alquilada, y puso la música a un volumen muy alto, por lo que su pareja le pidió que bajara el volumen para no molestar a los demás ocupantes del inmueble, pues además de ellos dos, viven otras personas, entre ellas la madre del acusado.

No obstante, como J.F.A.A. no bajaba el volumen, lo hizo su pareja, pero él lo volvió a subir y así estuvieron un rato, todo ello en presencia de la madre, al tiempo que el procesado supuestamente insultó a su pareja y comenzó a golpearla en la habitación. En un momento, la víctima consiguió quitarse de encima al hombre, se dirigió a una mesilla y cogió unas tijeras, que al enseñárselas al procesado, éste se quedó tranquilo.

Posteriormente, el día 24 de diciembre de 2011, la mujer estaba afectada por los golpes recibidos el día anterior, pero el acusado le dijo que no fuera al médico, "que eso estaba muy lejos, que los dolores eran de las carnes desprendidas que tenía, que mejor ir a la farmacia", donde fueron juntos y le recetaron nolotil.

Tras volver al domicilio, la afectada dijo que se iba a tomar el medicamento e intentar dormir "un poco", si bien acto seguido J.F. pone la música muy alta. Momentos después, sobre las 17,00 horas, le dijo que se levantara de la cama para ayudar a su madre a hacer la cena, a lo que ella respondió diciendo que era "pronto" y él la insultó de nuevo, aunque finalmente, ante su comportamiento, se levantó y ayudó a la madre del procesado.

Después de la cena, ambos salieron de fiesta, "a pesar de que ella no quería salir por encontrarse dolorida". Al rato, regresaron a casa, J.F. supuestamente había bebido, estaba alterado y se dirigió a la cocina para seguir bebiendo, mientras que su pareja se acostó. Posteriormente, el acusado fue a la habitación, donde, según el fiscal, la insultó y abusó sexualmente de ella en una ocasión y en otra lo intentó, incluso llegó a golpearla, si bien entró la madre del acusado en el cuarto y la víctima consiguió escaparse y se metió en el baño, donde se escondió.

Desde el baño, la afectada escuchó al acusado insultarla, al tiempo que la buscaba portando en la mano un cuchillo y supuestamente decía que la iba "a matar". Pasados unos 15 minutos, el procesado se quedó dormido y en ese momento ella aprovechó para salir de su escondite, coger sus cosas y marcharse del domicilio. Como consecuencia de estos hechos, la mujer sufrió lesiones en el ojo derecho, en el seno izquierdo y varias contusiones, entre otros dolores.