Repostando gasoil en la estación de servicio más barata de la provincia de Barcelona nos podemos ahorrar hasta un 22% de la factura, según datos del Ministerio de Industria .

La gasolinera más cara se encuentra en Manlleu (Osona), donde el combustible se vende a 1,179 euros por litro. En cambio, en Calaf o Sant Martí Sesgueioles se encuentra por 0,92 euros/l.

Área metropolitana

Quizá no salga a cuenta recorrer 80 kilómetros para repostar, así es que, estrechando el círculo al área metropolitana de Barcelona, el gasóleo más barato se halla en Sant Joan Despí (0,969 euros por litro en la avenida Lluís Companys), frente a L’Hospitalet de Llobregat (1,164 euros/l en la calle Romeo). El ahorro, en este caso, llega al 17%.

En la ciudad de Barcelona las diferencias se estrechan. Llenar el depósito en Haifa sale por 0,986 euros el litro, hasta un 15% menos que en la Via Favència (1,155 euros/l).

98 sin plomo

Los diferenciales en la gasolina 98 sin plomo son menos amplios. En la provincia de Barcelona, Calaf (1,077 euros por litro) vuelve a ser la más económica, frente a Viladecans (1,26 euros/l, en la avenida de la Generalitat). El ahorro, pues, puede llegar al 15%.

En el área más cercana a la capital, esta estación tiene su mayor competencia en El Prat (el litro se encuentra a 1,129 euros en Ribera Baixa), un 10% más barato.

En la ciudad de Barcelona el hueco se reduce a poco más del 4% entre los 1,205 euros/l de Pere IV y los 1,159 del Paral·lel.

En toda España

El gasóleo más barato de España está en Miranda de Ebro (Burgos). Vale 88,9 céntimos por litro. En Catalunya, tres estaciones de servicio en Guissona, Lleida y els Plans de Sió tienen la mejor marca (91,7 céntimos). Irse a Arbúcies también sale a cuenta.

En cuanto a la gasolina 98 sin plomo, Cariñena (Huesca) tiene el combustible más barato, con 1,039 euros por litro. La siguiente está de nuevo en Guissona (Segarra), a 1,041 euros por litro.

El porqué de esta variedad de precio

Según Xavier Prats (Agrupación de Estaciones de Servicio), estas diferencias se pueden producir porque las más caras suelen llevar aditivos que mejoran la calidad del producto y reducen las emisiones.

Las cooperativas venden más barato porque su negocio no es el combustible.