Tras llenar salas en Andalucía, la cantautora malagueña Vanesa Martín llega este martes al Teatro Arteria Coliseum de Madrid. Su tercer álbum, Cuestión de piel, incluye colaboraciones de Pablo Alborán, La Mari de Chambao o Malú. Y promete consolidar su lugar dentro del género del pop melódico.

Crisis discográfica, crisis financiera... ¿lograr vivir de la música es casi como que a uno le toque la lotería?

La verdad es que es complicadísimo. Empecé a trabajar en plena crisis y mi carrera no ha sido de pelotazos. No soy autora de la canción del verano ni tengo un fenómeno fan como tienen algunos chicos, eso para las chicas es más difícil de conseguir. Mis canciones son para escuchar tranquilamente...

Cuenta con muchas baladas, ¿está en auge el género?

Creo que las baladas hacen pensar y remueven un poco por dentro. Pero además de grandes baladas, en mi disco hay temas movidos. Se trata de un álbum muy visceral. Escucho música muy variada y se nota en los cortes.

¿Qué música escucha?

Desde Queen o Adele a Esperanza Spalding, John Mayer, Fito y Fitipaldis, Niña Pastori, Manuel Carrasco... ¡mi iPod es un cachondeo!

¿Y cómo se refleja esa mezcla en su trabajo?

Creo que mis maneras son muy libres, muy de piel, sin grandes artificios pero tampoco demasiado básicas. Hay que encontrar el término medio para que un tema te haga reflexionar, pero que no haga que te quedes tres días pensando.

¿Cómo suena el disco 'Cuestión de piel' en concierto?

El álbum está muy pensado para los directos porque es muy orgánico. Pese a que ha sido concebido para ser más desnudo que mis otros dos trabajos anteriores, suena más contundente.

¿Cómo se traduce esto en la puesta en escena?

El concierto empieza con todo el grupo en el escenario y luego siempre hay algún momento en el que me quedo sola con el piano o con la guitarra. El espectáculo incluye temas que tratan de ser un viaje emocional. Luego hay canciones que predisponen a la locura, a sentir y punto.

Ha compuesto para artistas como Pastora Soler, la representante española en Eurovisión. ¿Le hubiera gustado ser usted quien viajara a Bakú?

La verdad es que ni me lo planteo, estoy centrada en mi gira. En cuanto a la actuación de Pastora Soler, creo que estuvo de 10, de matrícula de honor.  Ha sido una valiente al presentarse. Ya se sabe que en las votaciones no solo importa la música, pero ella estuvo brutal.

Hace unos días su nombre fue 'trending topic' tras aparecer en el programa ' Nümero 1'. ¿Es más importante ya la popularidad en las redes sociales que capitanear las ventas de discos?

A estas alturas todos sabemos que los discos no se venden. Si las redes sociales ayudan, es donde hay que estar. Es increíble: te hacen dar la vuelta al mundo en 0,1 segundos. Hay que estar ahí.

A los seis años le regalaron una guitarra y desde entonces no ha dejado la música. Estudió Magisterio y Pedagogía, pero en 2003 decidió dejar su Málaga natal, instalarse en Madrid y probar suerte como cantautora. Vieja conocida del circuito madrileño de salas de directo, cuenta ya con tres álbumes en el mercado (Agua, Trampas y Cuestión de piel), el beneplácito de artistas como Alejandro Sanz y el apoyo de amigos: desde La Mari de Chambao a Pablo Alborán.

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