Los niños se despidieron hacia las 19. 00 h del sábado de sus familias vascas de acogida, con las que habían compartido el verano, y esperaron en el aeropuerto de Loiu la orden de subir a los aviones que les devolverían a los campamentos de refugiados saharauis de Tindouf, en el desierto argelino, donde viven con sus familiares.Pero sólo partió un avión, a las 01.00 horas, y el otro ni llegó a aterrizar por tener una avería, según se explicó ayer.
Un responsable de la acogida telefoneó a la Ertzaintza y les alertó de la situación de los 255 pequeños de entre 7 y 14 años. Se improvisaron mantas y colchonetas en el frontón de Loiu y, cansados y somnolientos, durmieron varias horas hasta que, por la mañana, se les trasladó al polideportivo de Fadura, en Getxo, donde pasaron el día.
Los padres de acogida expresaron su malestar y tuvieron que ver a los niños por televisión. Estaba previsto que el avión saliera anoche a a las 23.00 h de Loiu .
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