Sofía Vergara, la otra bella colombiana de Barranquilla

  • Colombiana y madre de un joven de 20 años, Sofía Vergara se ha convertido en la latina de moda en Estados Unidos gracias a la serie 'Modern Family.
  • "Nadie tiene una vida perfecta", afirma esta actriz que, tras el asesinato de su hermano, emigró a Miami con su familia.
La actriz Sofía Vergara en una imagen de 2011.
La actriz Sofía Vergara en una imagen de 2011.
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La actriz Sofía Vergara en una imagen de 2011.

Ojos de color miel, cálidos y chispeantes como los de una quinceañera. Sonrisa luminosa, capaz de rivalizar con los flashes que bañan su figura en la alfombra roja. Cuerpo sinuoso, escotes que quitan el aliento y unos tacones de vértigo. Nada en la portentosa anatomía de Sofía Vergara lleva a imaginar que el próximo mes cumplirá 40 años. Y ella se ha asegurado de lucirlo en todo su esplendor en las pasadas galas de los Globos de Oro o los Emmy. En ambas ocasiones acudió vestida como una diosa y dispuesta a luchar por sendas nominaciones gracias a su papel en la serie Modern Family, donde se pone en la piel de Gloria Delgado-Pritchett, una aguerrida y joven madre colombiana –como ella–, que la ha catapultado a la fama. Ni Eva Longoria, ni Eva Mendes ni Salma Hayek. Sofía es ahora la absoluta reina latina en Estados Unidos.

Los esfuerzos de una rubia natural

Pero llegar a ello no ha sido fácil ni le ha llegado en la flor de su juventud. Al igual que Shakira, nació en Barranquilla (Colombia). Su madre, Margarita, era ama de casa, y su padre, Julio, trabajaba en el negocio de la carnicería para dar de comer a sus cuatro hijos.

Sus padres pudieron pagarle una educación bilingüe y clases de Odontología en la Universidad de Columbia. "Me encantaba la ciencia, era muy nerd, pero también era el payaso de la clase", recuerda la actriz.

Un cazatalentos la descubrió por casualidad en una playa del Caribe colombiano; aquello derivó en un anuncio de Pepsi, una carrera exitosa como modelo en su país natal, un trabajo como presentadora en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, y un supuesto affaire con el cantante Luis Miguel. Todas estas cosas la convirtieron en una celebridad del mundo latinoamericano, pero Hollywood era harina de otro costal. Para empezar, no cuadraba con el prototipo de latina, porque era rubia natural y tenía la piel blanca. "Decidí tomar más el sol y en el momento en el que me teñí el cabello de oscuro, cambié a 'Oh, ella es la chica latina caliente'", contaba ella misma.

Respecto a su escultural físico, confesó en una ocasión que a los 13 años consideró operarse para reducir su exuberante delantera porque se veía como una stripper. Curiosamente, y al contrario que muchas otras actrices, ha ido escalando puestos en los rankings de las más sexies y bellas según se hacía mayor. "Voy a cumplir 40 en julio –confesaba recientemente a Univisión con una cómica mueca–. Realmente no me importa, pero suena horrible. Recuerdo que cuando mi mamá cumplió 40 años yo pensaba que estaba acabada". No es su caso, desde luego.

Una madre alocada con sombras

Sofía se confiesa protectora y aprensiva, pero tiene una relación cómplice con Manolo, su hijo de 20 años. Se convirtió en madre muy joven, se casó a los 19 años y se divorció pocos años después. Siempre está sonriendo y en las fiestas baila gritando como loca y bebiendo tequila.

Pero en su vida no todo ha sido de color  rosa: en 1998 su hermano Rafael fue secuestrado y asesinado. Después de eso, la actriz se llevó a su familia a vivir a Miami. Lleva una 'R' tatuada en el brazo en su recuerdo. Y en el año 2000 padeció cáncer de tiroides. "Nadie tiene una vida perfecta", afirma.

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