45 años de conflicto entre Israel y Palestina: la paz, cada vez más lejos

  • La última decisión de Netanyahu de construir 850 viviendas en asentamientos judíos en Cisjordania no ayuda a un acercamiento entre ambos.
  • En el bando israelí afirman que lo que está impidiendo avanzar en el conflicto es la negativa de Palestina a retomar el diálogo sin condiciones previas.
  • Mahmud Abás, presidente palestino, dice que no negociarán hasta que cese la construcción israelí en todos los territorios ocupados.
Un palestino protesta contra los asentamientos de Israel en Qadomem.
Un palestino protesta contra los asentamientos de Israel en Qadomem.
EFE
Un palestino protesta contra los asentamientos de Israel en Qadomem.

La solución de "dos estados para dos pueblos" parece diluirse día a día por el proyecto de colonización israelí, al cumplirse este domingo el 45 aniversario del comienzo de la ocupación de los territorios palestinos.

En junio de 1967 Israel derrotó en apenas seis días a los ejércitos de Egipto, Jordania y Siria, apoyados por otros contingentes de varios países árabes, aumentando de forma significativa el territorio bajo su control al capturar el Sinaí, la Franja de Gaza, los Altos del Golán, Cisjordania y Jerusalén Este.

Esa contienda convirtió al Estado judío en potencia ocupante y los asentamientos en Cisjordania y Jerusalén oriental suponen uno de los mayores, sino el principal obstáculo para la creación del estado palestino.

Transcurridas más de cuatro décadas, la colonización israelí continúa imparable y amenaza con convertirse en un fenómeno permanente sin señales de retroceder, lo que imposibilitaría el trazado de fronteras de un Estado palestino viable y con contigüidad territorial.

La última decisión del Ejecutivo de Benjamín Netanyahu de construir 850 nuevas viviendas en asentamientos judíos en Cisjordania viene a corroborar la continuidad de esta política pese a las críticas de EE UU o la UE.

"La actual situación de 'statu quo' en la que está interesada Israel hace peligrar la solución de dos estados y conducirnos definitivamente a una de un solo estado de Apartheid", advirtió esta semana el negociador palestino y asesor cercano al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mohamed Shteye.

La guerra del 67 y las tres consiguientes negativas del mundo árabe en la Conferencia de Jartum (no a la paz, no al reconocimiento y no a la negociación con Israel) cambiaron la naturaleza del conflicto de Oriente Medio, que estalló dos décadas antes con la creación de Israel y dejando pendiente de establecerse un estado árabe en los territorios del antiguo Mandato Británico de Palestina, según una resolución de la ONU de 1947 rechazada por los palestinos.

Surgió entonces la noción de que cualquier conclusión del mismo debería pasar por el intercambio de territorios a cambio de paz con el objeto de llevar a la práctica la solución de dos estados.

En noviembre de 1967 la Asamblea General de la ONU aprobó la Resolución 242 que demandaba la retirada incondicional y completa de las tropas israelíes de los territorios ocupados, algo que Israel no ha cumplido mientras se acoge a la letra de ese texto que estipula "el derecho a vivir en fronteras seguras y reconocidas" al tiempo que defiende que se trata de zonas disputadas.

La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) pedirá ayuda a la ONU

Precisamente, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que aceptó esa solución en 1988, estudia solicitar a la Asamblea General de la ONU en septiembre el reconocimiento a un estado en las fronteras de 1967 "para impedir que Israel pueda seguir calificando los territorios ocupados palestinos como territorios en disputa", afirma Shteye.

"Estamos perdiendo gradualmente la base geográfica para poder establecer un estado", lamentó el negociador, aludiendo al creciente número de colonos establecidos en Cisjordania desde las negociaciones en la Conferencia de Madrid de 1991.

Ese año, había unos 90.000 colonos, cifra que ha ido creciendo hasta llegar a los actuales 230.000, sin incluir los que hay en la parte ocupada de Jerusalén.

Coincidió con él Hanán Ashrawi, miembro del Comité Ejecutivo de la OLP, para quien "Israel continúa violando deliberadamente la ley internacional a través de políticas que minan y amenazan con anular las perspectivas de una solución de dos estados".

Tras años de rechazo, el actual primer ministro israelí apoyó públicamente esa solución en junio de 2009, si bien sus políticas en Cisjordania y Jerusalén Este parecen remar en contra de esa idea mientras las negociaciones de paz se encuentran estancadas desde 2010.

Su portavoz para medios extranjeros, Mark Reguev, sostiene que "Netanyahu cree firmemente en una solución de dos estados y en un estado palestino desmilitarizado que reconozca al Estado judío".

"Lo que está impidiendo avanzar hacia una solución de dos estados es la negativa palestina a retomar el diálogo sin condiciones previas", añade al referirse a la demanda del presidente palestino, Mahmud Abás, de que Israel cese la construcción en todos los territorios ocupados antes de volver a negociar.

En coincidencia con la conmemoración, cerca de un millar de israelíes se manifestaron el pasado sábado en Tel Aviv para exigir a su gobierno el fin de la ocupación de unos territorios y una población que, 45 años después, sigue sin ver cumplido el sueño de la autodeterminación.

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