El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ha manifestado que ve "cierto acoso y pretensión de derribo" en las voces que solicitan que solo la Iglesia -y no otras organizaciones sin ánimo de lucro- pague el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).

En declaraciones a los periodistas durante la tradicional comida de 'las fresas' en la que participa la Iglesia y la Corporación municipal coincidiendo con el Corpus, ha subrayado que la institución eclesiástica no se beneficia de ese privilegio para "engordar sus cuentas bancarias", sino para "hacer algo por los demás y arrimar el hombro".

Con todo, y pese a sentirse "injustamente discriminados", ha aclarado que si finalmente han de abonar la denominada contribución por los lugares de culto, no harán "cosas raras", más allá de "denunciarlo", puesto que existe una ley de mecenazgo y acuerdos internacionales que avalan la exención.

"Cuando hablamos del IBI hablamos de lugares de culto, de acción pastoral; no es que tengamos un campo de golf, no es que nos dediquemos a tapar negocios innombrables, porque cuando la Iglesia tiene locales que no son ni para el culto ni para la pastoral, de ellos religiosamente la Iglesia paga sus impuestos, como pagamos las tasas municipales", ha subrayado.

El máximo responsable de la Iglesia asturiana ha confesado sentirse "enormemente extrañado" y "perplejo" por el hecho de que sólo la Iglesia esté "en el punto de mira", y ha asegurado que la solicitud podría estudiarse si se cursase también a otros beneficiados como ONGs, Renfe, embajadas y consulados y los mundos de la política y el sindicato.

"Con ayuda compartida con otras instituciones o con discriminación injusta la Iglesia estará siempre de los últimos, esos llaman a nuestra puerta y que no llaman a algunos que vociferan", ha zanjado.