El sindicato Manos Limpias, personado como acusación popular en el caso de los expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos, se ha opuesto a la petición de libertad solicitada por el exconsejero de Empleo de la Junta de Andalucía Antonio Fernández y ha criticado las "mentiras" y "gravísimas acusaciones" vertidas contra la juez Mercedes Alaya por el abogado del imputado en el recurso contra el auto de prisión.

En un escrito elevado al Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla, al que ha tenido acceso Europa Press, Manos Limpias asevera que en el recurso de apelación presentado por el letrado de Fernández, en prisión desde el pasado 24 de abril, "se vierten unas gravísimas falsedades, describiendo un entorno en el que supuestamente se desarrolló" la declaración del imputado "totalmente falso".

Todo ello, añade, "con la finalidad de crear" en los magistrados de la Audiencia Provincial que deberán resolver el recurso "una percepción totalmente errónea de la realidad", así como "con la intención de desprestigiar la impecable labor instructora" de la juez. "Nos encontramos ante una sarta de mentiras, intolerables en un procedimiento judicial, y que deben ser reprobadas y reprimidas", asevera.

En el recurso, el abogado del exconsejero de Empleo se refería a las circunstancias que habían rodeado a la declaración, "que son notorias al haber sido destacadamente puestas de manifiesto en los medios de comunicación", y a "los tonos elevados de voz" empleados en ciertos momentos por la magistrada, pero Manos Limpias critica que "se fundamente, de forma pueril, en unas crónicas aparecidas en determinados medios, como si los periodistas hubiesen estado presentes" en la declaración.

"COACCIÓN"

En relación con el tono de voz, dice el sindicato que "resulta obvio que no es precisamente su tono de voz una de sus características más destacables, sino todo lo contrario", punto en el que destaca la "mesura" de la juez, "no incompatible con la contundencia en investigar la verdad de unos hechos criminales".

El sindicato critica que el imputado "no sólo falsea de una forma repudiable la realidad, sino que se fundamenta en la opinión de unos periodistas, a los cuales a esta acusación no le consta que estuviesen presentes en la declaración", y rechaza "la gravísima acusación de coacción que se vierte" sobre la juez en el escrito del exconsejero de Empleo.

"Pretende la defensa minimizar la gravedad de los hechos que se imputan a su patrocinado, la complejidad y dimensión de los hechos que se investigan, y que según él debería de haberse interrogado mediante tres someras y suaves preguntas", añade Manos Limpias, quien insiste en que "a pesar de la complejidad de los hechos interrogados y de la dimensión del asunto, sólo hubo pulcritud y respeto" por parte de la juez.

"sentimiento de inmunidad"

Al contrario, "hay que decir que el declarante es una persona muy prepotente, altanera, acostumbrada al poder y con un altísimo sentimiento de inmunidad, sobre el cual nadie debe ni puede ejercer ningún tipo de control", pues, ha ironizado, "un señor que ha sido consejero de la Junta ni debe ni puede ser sometido al control del poder judicial".

Así, "sus respuestas eran altaneras y prepotentes", tras lo que concluye diciendo que "cuando se carece de razones jurídicas para ejercer una adecuada defensa, no cabe otro recurso que el de la mentira y el descrédito de una actuación instructora ejemplar".