El Ayuntamiento de Castro Urdiales solicitará al Gobierno de Cantabria una subvención para acometer la redacción del Proyecto de rehabilitación del cargadero de Dícido. La ayuda que el alcalde, Iván González, solicitará se enmarca en las subvenciones destinadas a las entidades locales para la protección del Patrimonio Cultural Inmueble de Cantabria, con un importe máximo de 25.000 euros.

Según ha informado este miércoles el Consistorio castreño, el documento se firmó este martes para ser presentado en el Gobierno de Cantabria junto con una memoria explicativa del proyecto y del monumento.

El director de la Escuela Taller de la localidad secunda la postura del alcalde de que esta subvención se puede dedicar a financiar la redacción del proyecto de rehabilitación del cargadero de Dícido, puesto que ésta se ajusta al objeto y requisitos de la Orden de subvenciones para la protección del Patrimonio Cultural Inmueble de Cantabria.

El Ayuntamiento explica que aunque en 2009 se acometió la mejora del acceso al cargadero, no se trabajó en la estructura, y esta subvención serviría para rehabilitar por completo este monumento declarado Bien de Interés Cultural en el año 1996 y que es símbolo de una pedanía minera como fue Mioño y parte de la historia económica y social de Castro Urdiales.

El cargadero de Dícido fue diseñado por Teófilo Seyrig, colaborador de Eiffel, y construido en 1894 por la compañía Belga J.L.Lecocq. En 1937, en plena Guerra Civil, los republicanos en su huída lo dinamitaron dejando tan solo un pilar de mampostería de los dos que le sustentaban. Y fue la compañía Basconia y Cortazar Hnos. quién lo reconstruyó manteniendo la misma estructura diseñada por Teófilo Seyrig, modificando solo las dimensiones del Cargadero.

Lo "importante" del cargadero de mineral de Dícido es que es el único superviviente de los siete cargaderos tipo 'cantilever' o voladizo que se distribuyeron por la costa. Eran cargaderos que "volaban" sobre el mar, incrustados en los acantilados costeros y que aportaban mayor facilidad para la carga del mineral en aquellos barcos que necesitaban gran calado por sus dimensiones.

El alcalde afirma en que esta subvención "conseguirá paliar los signos de erosión del paso del tiempo y sobre todo del mar en la estructura del cargadero de mineral y será un bonito proyecto para que todos los ciudadanos y turistas puedan seguir disfrutando de este impresionante monumento".