Una ruta por los paisajes únicos de la Manzanilla de Sanlúcar

  • Las tierras del margen izquierdo del Guadalquivir dan a los Vinos de Jerez unas cualidades exclusivas reconocidas mundialmente.
  • Sanlúcar, una villa andaluza de casas con patio.
  • Puerto de Santa María es la ciudad de los cien palacios.
  • Las bodegas de Jerez se combinan con la cría del caballo y el toro de lidia.
Bodega La Mezquita.
Bodega La Mezquita.
Bodegas
Bodega La Mezquita.

Desde el cerro del viejo castillo de la localidad sevillana de Lebrija se divisa uno de los más ricos paisajes agrícolas del Bajo Guadalquivir. Es el único municipio sevillano que puede aportar uvas con las que se elaboran los vinos de las Denominaciones de Origen del Marco de Jerez. Los demás municipios, hasta ocho, son gaditanos.

Sin embargo, estos caldos sólo pueden criarse en bodegas de Jerez de la Frontera, El Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda. La ruta se inicia, precisamente, en Lebrija, una localidad de sencilla arquitectura popular con fachadas pintadas de cal blanca y patios adornados de flores. Sus calles están salpicadas de casas señoriales y notables edificios públicos y religiosos.

Por la A-471, cruzando la campiña y con el cauce del Guadalquivir y el Parque Nacional de Doñana a nuestra derecha, llegamos a Trebujena. Los espectaculares atardeceres de las marismas de este encantador municipio agrícola de ricos mostos y famosas angulas y camarones, fueron inmortalizados por Steven Spielberg en la película El Imperio del Sol. Aquí podemos optar por dos recorridos para continuar la ruta hasta Sanlúcar: Seguir directamente por la A-471 o adentrarnos por la SE-698, la SE-9013 y la CA-9027 en la belleza de la marisma para disfrutar de su rica avifauna cruzando los pinares de Doñana y llegando a la capital de la manzanilla por su playa de Bonanza.

Siglos de riqueza

Sanlúcar, una villa andaluza de casas con patio, ha sido favorecida durante siglos por la riqueza del comercio y de sus bodegas. Esto se observa en sus palacios civiles y edificios religiosos como el castillo de Santiago, el palacio de los Duques de Medina Sidonia, la iglesia de Nuestra Señora de la O y el convento de Santo Domingo. Si se visita en agosto, no hay que perderse sus vistosas carreras de caballos por la playa; y durante todo el año se puede disfrutar de su rica gastronomía, de pescado y marisco regado con la manzanilla de sus bodegas en Bajo de Guía. Esta playa que acoge el antiguo barrio de pescadores, está hoy repleta de restaurantes. Desde ella, un barco permite cruzar el Guadalquivir para visitar Doñana.

Desde allí, la A-2001 nos lleva a otro paraíso gastronómico, la llamada Ribera del Marisco, en pleno casco histórico de El Puerto de Santa María. Es la ciudad de los cien palacios, que huele a mar y al vino que se cría en sus bodegas. Esta antigua localidad cuyo castillo fue construido por Alfonso X, se ha convertido en residencia de verano para miles de españoles que llenan de vida sus calles de casas encaladas.

La N-IV, nos lleva después a la capital de la comarca, Jerez, fin de la ruta. Sus bodegas se combinan con la cría del caballo y el toro de lidia para dar personalidad a esta ciudad cuna del flamenco. La bulería nació en sus barrios de Santiago y San Miguel. Las calles, callejas y plazas de su extenso casco antiguo esconden joyas como el antiguo Cabildo, una decena de palacios e iglesias como la catedral o la de Santiago.

Jerez, Xérès, Sherry y Manzanilla

Con 300 días de sol al año, inviernos suaves y calurosos veranos, viento de Levante y de Poniente, tierras calizas y lluvias en invierno y primavera, los Vinos del Marco de Jerez consiguen cualidades únicas y fama mundial. El 80% de los viñedos están calificados como Jerez superior. La D.O. ampara tres tipos de vino: generosos, generosos de licor y dulces naturales. Los primeros son el fino, el amontillado, el oloroso y el palo cortado; los segundos, cream, pale cream, dry y medium. Los pedro ximénez y el moscatel son los dulces naturales. Entre los generosos está también la manzanilla que adquiere características diferentes debido al microclima de las bodegas de Sanlúcar, únicas en las que puede envejecer.

El valor calórico de los vinos de Jerez depende de su grado alcohólico (del 15 al 22 % vol.) y de sus azúcares. Además contiene ácidos orgánicos, sales minerales, vitaminas y sustancias antioxidantes. Su consumo moderado en personas adultas sanas puede prevenir enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.

Denominación de Origen, lo que tienes que saber

  • Productos de la zona:
    Los exquisitos vinos, magníficos brandies e untuosos e intensos vinagres se complementan con frutas y hortalizas de las huertas, y arroz y caracoles de las marismas. Aunque, sin duda, las estrellas gastronómicas son el marisco y pescado del Golfo de Cádiz.
  • Qué comprar:
    Aprovechando la visita a las bodegas, se pueden adquirir vinos y productos espirituosos a precios competitivos. También pescado y marisco, en mercados y cocederos. Un pequeño barril de roble para mantener fresco y darle cuerpo al vino en casa o los productos de guarnicionería relacionados con el caballo son otras buenas inversiones.
  • Cuándo hacer la ruta:
    El final del invierno es la mejor época para disfrutar del esplendor del Parque Nacional de Doñana. Un baño otoñal o primaveral en el Atlántico es un lujo exclusivo de esta región andaluza.
  • Fiestas:
    Los Carnavales de febrero con sus chirigotas son tradicionales en toda la zona. La Feria de Jerez y la de El Puerto, entre abril y mayo, inician la temporada de casetas y sevillanas, que se prolonga hasta el verano. También en mayo se celebra en Lebrija la Caracolá Lebrijana, su festival flamenco, que es seguido la noche de San Juan, el 24 de Junio, por Los Juás: muñecos hechos con trapos viejos que representan personajes famosos y son quemados en hogueras.
  • Sorpresa:
    Junto a la Cartuja de Jerez, en la salida 4 de la A-381, está la finca de la Yeguada de la Cartuja. En sus instalaciones, propiedad del Patrimonio Nacional, se garantiza la pureza autóctona de la raza cartujana de caballos. Las mañanas de los sábados, la visita incluye una exhibición en picadero cubierto.
  • Visita obligada:
    No hay que perderse la travesía de la Bahía de Cádiz a bordo del Vaporcito del Puerto, que permite pasar el día recorriendo Cádiz y regresar al atardecer a El Puerto de Santa María, con el sol poniéndose tras la silueta de la capital.
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