Desde que se creara en 2008 y hasta 2011 han ingresado en el Centro de Gestión del Medio Marino Andaluz (Cegma) del Estrecho de Gibraltar 30 tortugas marinas y once cetáceos. Con sede en Algeciras (Cádiz), el año pasado liberó tres tortugas tras su recuperación y actualmente hay ingresadas en él un total de 21.

Según han indicado a Europa Press fuentes de la Delegación Provincial de Medio Ambiente de la Junta en Cádiz, la causa principal de ingreso de las tortugas en el Cegma es de origen antropogénico, siendo la más frecuente la interacción con artes de pesca —enmallamiento, ingesta de anzuelos y ahogamiento—. Otras causas de ingreso son por síntomas de debilidad e hipotermia, problemas de flotabilidad, colonización masiva por epibiontes o incidentes con embarcaciones —traumatismos por hélices—.

Los cetáceos son "mucho más sensibles a los varamientos" que las tortugas marinas, ya que, según explican las mismas fuentes, "sufren un síndrome de estés cuando se encuentran fuera de su medio", haciéndose su recuperación "más complicada y en la mayoría de los casos imposible".

Desde 2008 hasta 2011 el número de ingresos de cetáceos ha sido de once individuos, de las 52 actuaciones realizadas de varamientos vivos. Una vez se consigue la recuperación de un animal se procede a su puesta en libertad, para lo que se tienen en cuenta factores como la época del año y las condiciones atmosféricas de día elegido.

Previamente, los ejemplares son marcados —microchips subcutáneos— para poder identificarlos en caso de una recaptura. Asimismo, son sometidos a un chequeo veterinario en el que se verifica el estado óptimo de salud que pueda asegurar la viabilidad y supervivencia del individuo por sí solo en el medio natural.

Los Cegma del litoral andaluz son "la apuesta actual de la Administración ambiental en la gestión para la conservación de la biodiversidad en el ámbito marino y costero". Disponen de instalaciones "altamente especializadas" y cuentan con "recursos técnicos y humanos suficientes".

El personal perteneciente al Cegma del Estrecho está constituido por dos biólogos marinos, un veterinario y dos auxiliares. Una de sus tres líneas principales de trabajo se centra en el área veterinaria y clínica —recuperación de especies marinas amenazadas enfermas o varadas vivas y, en su caso, estudio post-mortem—. Cabe destacar que desde el año 2010 se lleva a cabo un programa de vigilancia epidemiológica con el fin de realizar un seguimiento de algunas patologías frecuentes en estas especies.

Otra de sus líneas de acción se basa en el inventario y seguimiento de la biodiversidad marina en el litoral de Cádiz, lo que implica la inspección del estado de los fondos marinos, inventario de especies, seguimiento de arrecifes artificiales, de especies exóticas y el estudio de las poblaciones de aves y cetáceos, entre otras actividades.

Finalmente, destacan que el Cegma del Estrecho se ha integrado en 2012 en el Programa de Educación Ambiental para la comunidad educativa 'Aldea', como parte del programa 'Cuidemos la Costa', los cuales se consideran "fundamentales para la conservación del medio" en tanto que pretenden "educar a la ciudadanía, especialmente a los niños".