Uno de los ladrones de Santillana asegura que "no oyó" al hostelero decir ¡Alto o disparo! solo el tiro

El guardia civil que inspeccionó el bar dice que no hay marcas del impacto de munición en el suelo y sí en la puerta y en una columna
Juicio Contra El Hostelero De Santillana Del Mar
Juicio Contra El Hostelero De Santillana Del Mar
EUROPA PRESS
Juicio Contra El Hostelero De Santillana Del Mar

Uno de los ladrones que entraron a robar al bar del hostelero de Santillana del Mar que mató de un tiro a uno de ellos ha afirmado que, cuando entraron de noche al establecimiento, "no oyeron" ningún ruido que indicara que el dueño estaba dentro y tampoco el "¡Alto o disparo!", que asegura haber pronunciado éste como advertencia el acusado, sólo el tiro.

Durante la sesión de este lunes del juicio contra el hostelero de Santillana del Mar, en la que han declarado los testigos de la acusación particular y del Ministerio Fiscal, A.C.D , que resultó herido en la espalda por el impacto de varios perdigones, ha reiterado en repetidas ocasiones que "si hubieran sabido que había alguien dentro, no habrían entrado a robar".

"una tontería"

"Fue una tontería por nuestra parte, que ha acabado de este manera", ha afirmado este ladrón, cuñado del fallecido por el disparo, quien ha negado que formaran parte de una banda dedicada a cometer este tipo de robos y ha explicado que pararon en Santillana del Mar cuando se dirigían desde Oviedo a Rumanía —el país de procedencia de los tres— en coche.

Ha señalado que "no tenían bastante dinero" para llegar a su país y sólo pretendían llevarse el dinero de las máquinas tragaperras. Además, ha añadido que "tenían miedo" de que alguien los descubriese por lo que "querían algo rápido, hacer la cosa y marcharse".

En contra de la versión del acusado, que en los días previos afirmó que vio la silueta de tres personas dentro del bar, A.C.D. ha mantenido en todo momento que entró al bar a robar acompañado sólo por G.S.S., el ladrón que resultó muerto, ya que el otro implicado en el robo, T.B., se quedó en el coche esperándoles "porque tenía mucho sueño".

Además, y también en contra de la declaración del hostelero, ha asegurado que la única vez que estuvo en ese bar fue cuando entró a robar, y no la tarde anterior acompañado de G.S.S. y T.B.

Al respecto, ha dicho que, después de salir de Oviedo, donde vivían, llegaron a Santillana del Mar sobre las 20.00 horas y él y T.B. se quedaron en el coche, mientras que G.S.S fue a examinar los bares de la zona para encontrar uno en el que robar y proseguir el viaje.

Según su versión, cuando éste regreso 40 minutos después al coche, les avisó de que había un bar, el mesón del hostelero acusado, que tenía dos máquinas tragaperras a la entrada, por lo que decidieron irse a Torrelavega y volver de madrugada para robar, relato que ha sostenido también T.B. durante su declaración en el juicio.

"ahora debe pagar el señor"

Al igual que previamente hizo A.C.D., T.B. ha afirmado que pararon en Santillana del Mar "para robar" porque no tenían dinero para el viaje, si bien ha negado que se dedique a robar en España pese a han sido detenido varias veces y en zonas diferentes del país, como Asturias o León, por, presuntamente, cometer este delito y de tener diferentes causas pendientes por este tipo de actos.

Ha explicado que, desde que ocurrieron estos hechos en Santillana del Mar, en los que resultó muerto "su mejor amigo", "casi no sale de casa".

Sobre lo ocurrido en Santillana, y pese a asegurar que él no entró al bar y se quedó en el coche esperando a sus otros dos compañeros, T.B. ha aseverado que "él ya pagó por los hechos", pues ha sido condenado junto con A.C.D por robo con violencia, y ha sostenido que "ahora debe pagar el señor (el hostelero)".

En el juicio, también ha declarado como testigo I.S, viuda de G.S.S., el ladrón que falleció por el disparo del hostelero, quien también ha asegurado que su marido en España trabajaba en la construcción, pero sin "papeles" y sin estar dado de alta.

La viuda está personada en este juicio como acusación particular, junto a A.C.D., y solicita que el hostelero la indemnice con 107.000 euros, mientras que el Ministerio Fiscal reduce la petición a 60.000.

Además, la acusación particular sostiene que los hechos constituyen dos delitos de homicidio, uno intentado y otro consumado, por lo que reclama una condena de trece años de cárcel.

Por su parte, el Ministerio Fiscal, que considera que el homicidio fue imprudente, pide una pena de prisión de un año y medio y la defensa la libre absolución del hostelero pues cree que concurren las eximentes de legítima defensa y miedo insuperable.

Sin marcas de impacto en el suelo

Además de los dos ladrones participantes en el robo de este bar de Santillana, 'Mesón El Padrón' —el tercero falleció—, han declarado este lunes el guardia civil que realizó la inspección ocular del lugar tras producirse los hechos.

De hecho, en el juicio ha mostrado varias fotografías tomadas cuando llegó al bar, sobre las 6.00 horas, en las que se aprecia cómo es el establecimiento y los alrededores, desde donde se produjo supuestamente el disparo, donde cayeron los cartuchos, el estado en que quedó la puerta de entrada y las máquinas tragaperras, además de las marcas que dejaron los perdigones.

También ha mostrado unas imágenes, en las que se ve dónde fue encontrado el fallecido, a pocos metros del bar en un rellano de la escalera de un callejó anexo al bar por donde, se supone, intentó huir junto a A.C.D.

En este sentido, ha explicado que se encontraron marcas del impacto de perdigones en la puerta, en una columna del soportal, a 70 centímetros del suelo.

A preguntas de las partes, el guardia civil, del Laboratorio de Criminalística de la Policía Judicial de Cantabria, ha señalado que en el suelo no encontraron marcas de perdigones.

Esto contrasta con la explicación de la defensa de que el acusado disparó al suelo y que algunos de los perdigones de la escopeta pudieron rebotar en él e impactar en el fallecido y en A.C.D., que resultó herido en la parte de su espalda cercana al hombro.

El guardia civil también ha expuesto que las primeras marcas de sangre que encontraron fueron ya en la calle, concretamente en el callejón anexo al bar, poco metros antes de donde encontraron en el suelo al fallecido.

Por otra parte, ha señalado que, tras realizar la inspección ocular del lugar de los hechos, se desplazó al Hospital Sierrallana para tomar muestras del acusado que probaran que había disparado el arma.

De hecho, envió la parte superior del pijama y el calzoncillo del hostelero al laboratorio central de Madrid para encontrar en la ropa restos que indicaran de qué forma había disparado la escopeta, si desde la cadera —como sostiene el hostelero— o a la altura del pecho.

En el juicio, también han prestado declaración los dos guardias civiles que, destinados en Santillana del Mar, fueron los primeros en llegar al establecimiento tras lo ocurrido, sobre las 3.35 horas.

Éstos han relatado que cuando llegaron aún no se había encontrado el cuerpo del fallecido, sino que fue el hijo del hostelero quien lo descubrió en el callejón, a pocos metros del bar, y les avisó.

Estos dos miembros de la Benemérita han señalado que, desde el principio, el hostelero les aseguró que eran tres las personas que habían entrado a robar en el bar —y no dos, como sostienen los ladrones— y reconoció haber disparado, pero "en defensa suya".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento