La familia de un joven compostelano de 20 años, J.M.M.P., detenido en Ecuador y posteriormente encarcelado por transportar en el interior de su cuerpo 500 gramos de cocaína, pide su extradición al señalar que padece una escoliosis grave e hiperactividad.

En declaraciones a Europa Press, Carmen, la hermana del detenido, hace hincapié en que lo que desean los familiares "no es que se vaya de rositas", puesto que J.M.M.P. admitió su culpabilidad y "debe cumplir la condena, pero en España, donde no duerma en el suelo con las cucarachas".

De hecho, señala que el sistema penitenciario ecuatoriano "es uno de los más peligrosos del mundo" y en él "se conculcan los derechos humanos a diario". Su hermano "duerme en una esterilla en el sueno lleno de humedades, y está sufriendo", asegura, antes de apuntar que en las cárceles de aquel país "una manta o una esterilla para dormir se vuelven importantes y su valor es incalculable".

J.M.M.P., sin antecedentes, se enfrenta a una pena de entre ocho y 16 años, según indica su hermana, que añade que él "toma medicación que allí no la tiene".

Voluntario en cruz roja

"Era voluntario en la Cruz Roja en Santiago, con niños minusválidos, y en otra asociación de Fontiñas con personas extranjeras a las que enseñaba a leer y escribir, y cuidaba niños", ha relatado la hermana del joven, que todavía no entiende "cómo hizo lo que hizo".

Cree que "la crisis, la falta de trabajo y el futuro incierto hace que la gente joven tome decisiones límite, siendo presas fáciles para las mafias del narcotráfico".

"Nunca viajó solo. Dijo que se iba con unos amigos a Barcelona porque la situación de trabajo era muy mala aquí. Así que se le acabó el contrato de comercial en una hidroeléctrica y se fue", continúa.

Hasta dos años de espera

Ahora, según Carmen, "hasta que salga el juicio no hay ninguna opción de empezar con la deportación", pues es lo que les ha explicado la Embajada. Pueden pasar de tres meses a un año para ello, y, a partir de ahí, deberían transcurrir entre seis meses y un año más para que exista una sentencia. En un horizonte temporal de dos años, la hermana del detenido augura que "no los aguanta".

Por eso hace hincapié en que la tarea de la familia es "que lo extraditen antes". "Meter presión para que no lo dejen. Para que lo puedan juzgar antes o que sea juzgado en España". O, en todo caso, esperar por la sentencia en la Península.

La policía ecuatoriana detuvo a J.M.M.P. el pasado fin de semana en el aeropuerto por un presunto delito contra la salud pública cuando transportaba 500 gramos de cocaína en el cuerpo.

El joven, según asegura la familia, llevaba desde el pasado sábado 19 arrestado en Quito pero no pudo contactar con su familia hasta el martes 22.