Los estudiantes encerrados en el Rectorado de la Universidad de Girona (UdG) desde el pasado martes han asegurado que mantendrán su postura y que no se moverán del edificio de las Áligues a no ser que les echen por la fuerza.

En una rueda de prensa convocada este viernes para exponer su postura, han criticado que el equipo de dirección de la universidad haya abandonado las negociaciones y que las haya derivado al síndic de la UdG.

"Inicialmente quisieron negociar y se comprometieron a no desalojarnos con una intervención policial", ha apuntado uno de los portavoces, Jordi Alemany.

Los estudiantes lamentan que en un comunicado emitido por el Consejo de Dirección, los Decanos y Directores de las Facultades y escuelas exigieran el inmediato desalojo del Rectora y respaldaran "cualquier decisión que tenga que tomar la rectora Anna Maria Geli para recuperar la normalidad".

Ante lo que los estudiantes entienden como una amenaza, han decidido mantenerse firmes y han anunciado que opondrán resistencia pasiva y pacífica ante un posible desalojo por parte de los Mossos d'Esquadra.

Aún así, mantienen sus peticiones y continúan reclamando la insumisión por parte de la rectora ante los recortes, la congelación de las tasas, que se paralicen los despidos y la privatización, y que se posicione públicamente a favor de la absolución de los encausados por la carga policial del día de la celebración del XX aniversario de la UdG y que, si no lo hace, dimita.

"Nos dicen que muchas cosas no dependen del Rectorado, pero sí tienen margen de maniobra", ha expuesto el portavoz del Consejo de Estudiantes de la UdG, Isaac Pérez, quien ha asegurado también que no están encerrados en el rectorado por gusto, sino por culpa de las decisiones que ha tomado el máximo órgano de dirección de la UdG.

"Continuaremos negociando estando aquí encerrados ya que es nuestra posición de fuerza", ha expuesto finalmente Alemany.