El Consejo General del Poder Judicial intenta recuperar su credibilidad tras la crisis de Dívar

El presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Dívar.
El presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Dívar.
Emilio Naranjo / EFE
El presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Dívar.

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) trabaja a marchas forzadas por recuperar su credibilidad y regenerar ante la opinión pública su imagen, tras la crisis abierta por los viajes de su presidente, Carlos Dívar, a Marbella (Málaga), que, sin embargo, casi ningún vocal se atreve a dar por zanjada.

Los vocales del CGPJ coinciden en que es difícil saber si las explicaciones que Dívar ofreció el pasado jueves serán suficientes para la sociedad, pero esperan que su voluntad de aprobar en un mes un plan de austeridad sirva para restituir la dañada imagen del Poder Judicial.

Sobre todo en un momento de grave crisis económica, en el que para muchos será imposible apreciar la diferencia que estableció el presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo al explicar que no se alojaba en hoteles de lujo, sino que eran de cuatro estrellas, "bastante económicos para la zona".

"El problema, ha reconocido un vocal, no es el montante, pero es dinero público y cada peseta que no es tuya, que es de cada uno de los españoles, es importante".

No obstante, tras esa comparecencia un sector mayoritario de los vocales, sin distinción entre progresistas o conservadores, felicitó a Dívar por dar esas explicaciones públicas, aunque hubieran pasado 23 días desde que el vocal José Manuel Gómez Benítez le denunció por malversación por los gastos de una veintena de viajes y cenas que entre 2008 y 2011 cargó al Consejo.

Salió airoso de la rueda de prensa

Dívar salió airoso de esa rueda de prensa, con solo seis preguntas -esperables todas-, y su decisión fue aplaudida por la mayoría de los otros 20 miembros del Consejo, incluso hubo "besos y abrazos" al presidente de algún vocal progresista, según han comentado fuentes del Consejo.

Su gesto fue suficiente para muchos, aunque en el propio Consejo hay también quien afirma que sus explicaciones no pasaron de ser "cuatro generalidades" que no sirvieron para despejar las dudas sobre la naturaleza privada u oficial de los gastos del presidente y su acompañante en las cenas.

Posteriormente, y a pesar del clima de divergencias y la crisis abierta en el CGPJ, el pleno fue capaz de aprobar por unanimidad dos importantes acuerdos para racionalizar y mejorar la gestión de sus gastos. Unanimidad que, para algunos vocales, es reflejo de que el Consejo es consciente de que la credibilidad está en la transparencia y su voluntad es asumir su responsabilidad y trabajar en ese plan de austeridad, que aprobarán el 28 de junio, que introducirá nuevos controles.

Entre otras medidas, obligará a los vocales a identificar a sus invitados en cualquier actividad que realicen "por cuenta" de este órgano con la "única excepción" de sus "reuniones o eventos reservados".

Volumen de gasto igual que en 2007

Todo ello, teniendo en cuenta, según otras fuentes, que el volumen de gastos del órgano de gobierno de los jueces en este momento está al mismo nivel que en 2007 y en el siguiente presupuesto "se va a ir más allá".

La crisis, según quienes ven insuficientes las explicaciones de Dívar, no puede darse por cerrada, al menos hasta que el Tribunal Supremo decida el futuro de la querella que la asociación Preeminencia del Derecho ha presentado contra Dívar.

Recuerdan estas fuentes que hay también algún colectivo que estudia denunciar a Dívar ante el Tribunal de Cuentas por los gastos de sus viajes, por lo que habrá que esperar a ver "cómo terminan los acontecimientos".

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