Los partidos de oposición municipal de Camargo, PSOE, PRC e IU han comparecido este viernes conjuntamente para criticar la actitud desde el inicio de la legislatura del alcalde, Diego Movellán, un "aprendiz de caudillo", en palabras del portavoz de Izquierda Unida, Jorge Crespo, quien ha comparado la actitud del regidor con la de Hitler en sus inicios.

Representantes de los tres partidos de oposición ha comparecido para explicar los motivos por los que este jueves abandonaron el Pleno municipal en que se debatieron y aprobaron los presupuestos de Camargo para este 2012.

El portavoz socialista, Carlos González, ha reiterado que lo que sucedió fue que desde el equipo de Gobierno se hizo al secretario leer el expediente del presupuesto, una lectura extensa con la que creen que quiere "entretener y aburrir" a la gente, pero también "esconder su incompetencia e incapacidad" para "algo tan sencillo" como "hablar".

Ha rechazado la versión del alcalde de que lo que se quería era transmitir a los trabajadores municipales el presupuesto en la parte que les afectaba, ya que, ha argumentado, tienen representantes sindicales y laborales a los que se les podía haber comunicado el contenido del proyecto previamente.

Así que lo que hizo Movellán fue practicar "juegos de artificio para no hacer debate político", ha afirmado el socialista, a lo que desde el PRC el concejal Gonzalo Rodeño ha añadido que era algo que el PP tenía "preparado desde antemano".

Quisieron, ha afirmado el regionalista, dar lectura a ese "mazacote" "dilatar en el tiempo el Pleno", "aburrir a la gente" y que "el público no pudiera ver el trabajo de los grupos de oposición".

Y es algo que no es "flor de un día", sino que responde a una actitud mantenida por Movellán desde el principio de legislatura, en que ha aplicado un "rodillo" con el que no aprueba ninguna moción de la oposición.

En la misma línea, Jorge Crespo, de Izquierda Unida, ha considerado que lo sucedido el jueves es "la gota que colma el vaso" para una oposición en la que están "hartos de aguantar payasadas sin gracia".

Durante el último año, ha manifestado, el alcalde ha tenido una actitud "al estilo de aprendiz de caudillo" y que recuerda a lo que hizo Hitler en sus inicios: "como el pueblo me ha votado, puede hacer lo que me dé la gana", algo que Crespo tacha de "atropello a la democracia", pues se busca que la democracia no sea "útil" para el pueblo, sino para "sus propios intereses".

Además, Crespo ha acusado al equipo de Gobierno municipal de "escudarse" en los técnicos "para no tomar decisiones políticas".