Marisquerías, templos del mar en tierra

El albor del día anuncia que la faena en alta mar ha terminado. Antes de que el sol imponga su calor, los pescadores anclan en puerto y es allí cuando, atraídos por una materia prima fresquísima, los ávidos compradores comienzan su cuidadosa selección.

Los pescados y mariscos (moluscos, crustáceos y animales marinos de pequeño tamaño) serán los protagonistas de las más suculentas recetas que llegarán a las mesas de algunos restaurantes, para cerrar el ciclo de la jornada.

Los pescados y mariscos de Casa Bóveda en Pontevedra son la base de las recetas más tradicionales y sencillas. Su carta ofrece desde los más conocidos hasta los menos famosos, como el sanmartiño o el escacho.

El Refugio, en La Coruña es un auténtico santuario del marisco. Según la época del año, se pueden degustar los mejores percebes, camarones o centollos procedentes de las rías gallegas; pero también platos de temporada como la lamprea, acompañados por los vinos de su completa bodega.

Desde las gélidas aguas del Cantábrico llega el marisco hasta el restaurante La Marisma, en la localidad de Santoña. Tiene una barra de picoteo y estupendos guisos tradicionales de pescado.

También en Cantabria, en Isla, está el Hotel Astuy. El restaurante está a pie de mar, justo sobre unas rocas que albergan viveros en sus cuevas marinas.

En el País Vasco no podemos dejar de visitar Otzarreta, en la localidad guipuzcoana de Zarautz. Sus especialidades son los pescados y mariscos cocidos, a la parrilla o en ensalada. También destacan: la parrillada de marisco, almejas a la parrilla, bogavante, gambas de Huelva a la plancha, cigalas con endivias caramelizadas o crêpes de txangurro.

En el barrio barcelonés de la Barceloneta el restaurante Suquet de l'almirall ofrece cocina marinera de siempre, muy sencilla pero muy sabrosa. Mientras que el restaurante Cantabria sirve excelentes pescados y carnes gallegas junto con los mariscos más frescos.

En Gijón hay un local que siempre está lleno. Se trata de la Sidrería Marisquería Poniente, una casa familiar próxima a la playa de Poniente con una amplia selección de mariscos y pescados del Cantábrico y con su propia cetaria para garantizar la máxima calidad de las materias primas. Entre las sugerencias de su carta podemos elegir almejas a la marinera, chipirones, mousse de centollo, percebes o parrillada de marisco.

También en Gijón se encuentra Casa Zabala, abierto desde 1923. Aunque ha tenido muchos cambios, su carta se ha adaptado a los nuevos tiempos pero sin perder su calidad y su saber hacer en la cocina. Casa Zabala ofrece crema de nécoras, almejas a la plancha, ensalada de pulpo y boletus, besugo al horno, arroz caldoso con nécoras, nocla y mejillones, o lubina con risotto.

La capital está en el corazón de España, por lo que sólo traza radios que le comunican con el mar. Pero esto no ha sido un impedimento para que a diario lleguen a Madrid magníficos pescados y mariscos (del Atlántico, el Cantábrico y el Mediterráneo).

O’Pazo es una de las marisquerías más veteranas, con más de 40 años de vida. En su carta destacan el rodaballo al horno, el lenguado y el salmón ahumado.

Cinco años mayor, la marisquería La Trainera sirve productos del mar de primera calidad y es definida por los expertos como “la segunda lonja de pescado del mundo y la primera entre las distanciadas del litoral”. Su propietario, Miguel García, tiene más de 30 años con su restaurante en pleno barrio de Salamanca. Entre las sugerencias del chef destaca el rodaballo a la plancha, el salpicón de mariscos, la langosta a la americana, la cigala a la plancha o las delicias de merluza con angulas.

Una de las marisquerías más jóvenes es El Barril de La Moraleja (del Grupo Oter, que posee otros restaurantes como El Gran Barril, El Barril de Goya, El Barril de Recoletos o Pedralbes). Este local de La Moraleja tiene una gran barra para tapear y mariscos de primera calidad para tomar o llevar a casa. Entre las recomendaciones están: la gamba de Huelva, las ostras, los berberechos, las navajas, el pulpo, los pescaditos fritos o a la plancha y sus famosos arroces como el marinero y el de carabineros.