El jefe superior de Policía de Andalucía Oriental reclama más medios para la lucha contra la delincuencia organizada

Alerta de la existencia cada vez más frecuente de grupos "inmensos" dedicados al hurto en establecimientos comerciales
Francisco Arrebola
Francisco Arrebola
EUROPA PRESS
Francisco Arrebola

El nuevo jefe superior de Policía de Andalucía Oriental, Francisco Arrebola, ha reclamado más medios "materiales y humanos" para la lucha contra la delincuencia organizada que se asienta fundamentalmente en la zona de la Costa del Sol, que requiere de investigadores "avezados" y "muy especializados" para neutralizarla.

En una entrevista concedida a Europa Press, Arrebola ha explicado que el crimen organizado se enmarca en una delincuencia "eminentemente económica", y presenta "un plus de peligrosidad" tanto para la ciudadanía como para las instituciones, ya que tiene incluso capacidad para "corromper" las administraciones públicas.

Para Arrebola, que tomó posesión de su cargo el pasado 10 de mayo en sustitución de Pedro Luis Mélida, este tipo de criminalidad exige la colaboración también de jueces y fiscales porque demanda "investigaciones muy sofisticadas".

Según el jefe superior, la delincuencia organizada "no tiene patria" y suele concitar a personas de diferentes nacionalidades, aunque, según reconoce, la que reúne a personas de países de Europa del Este o procedentes de bandas de narcotraficantes de países latinoamericanos, como Colombia, suele ser "muy violenta". "Las personas que han vivido una guerra, un conflicto o proceden de grandes grupos muy organizados, que pueden suponer un pequeño ejército paralelo al Estado, suelen ser más violentos, por el simple hecho de que tienen poco respeto a la vida o los derechos del otro", ha mantenido.

Además de esta modalidad, a Francisco Arrebola le preocupa la proliferación de otro tipo de organizaciones, concretamente grupos estructurados que se dedican al hurto en establecimientos y centros comerciales. Se trata de bandas, integradas por todo tipo de personas, aunque principalmente por mujeres, que tienen algún vínculo entre sí, ya sea familiar, de etnia, nacionalidad o de amistad.

La Policía Nacional, que ha detectado un aumento de estos grupos organizados en los últimos tres años, cuenta con un programa especial para combatirlos. "Suelen ser grupos inmensos, y el efecto que producen en establecimientos comerciales es muy grave, aunque las penas que se les imponen a sus integrantes suelen ser leves, porque se enmarcan en una falta y no en un delito", ha mantenido el jefe superior, que ha advertido además de que en este tipo de bandas también suelen integrarse menores que, si son arrestados, pasan a la custodia de la Junta de Andalucía y se les aparta del núcleo familiar para alejarlos de la comisión de estos hurtos.

19

Infracciones por cada 1.000 HABITANTES

El objetivo del nuevo jefe superior, además de mejorar la eficacia en neutralizar este tipo de delincuencia, es mantener los índices de criminalidad e incluso mejorarlos. En el primer cuatrimestre del año, según Arrebola, la tasa se sitúa en 19 infracciones (delitos y faltas) por cada 1.000 habitantes en la región policial (integrada por las provincias de Granada, Málaga, Almería y Jaén). Asimismo, en lo que respecta a los delitos, el índice se sitúa en un 8 por 1.000 y, en el caso de los que causan mayor inseguridad ciudadana (robos con violencia o intimidación, por ejemplo) la cifra disminuye hasta el 4,5.

En general, los límites se encuentran en una zona "aceptable" y el número de efectivos de la Policía también se encuentra en una situación "inmejorable", según Arrebola, que sin embargo ha detectado que, en el trato humano a las víctimas, especialmente las que han sufrido delitos de mayor calado, los agentes deberían dejar de un lado la "frialdad" del atestado y darles un trato "preferencial y privilegiado", teniendo en cuenta que se trata de personas "desvalidas" con un estado anímico que no es normal.

Por otra parte, y tal y como ya reiteró en anteriores ocasiones su antecesor en el cargo, la Policía no ha bajado la guardia en lo que respecta a la posibilidad de que se cometa un atentado por parte de ETA en Andalucía Oriental, pese a su anuncio de cese de la violencia. "Nosotros seguimos con la misma estructura y los mismos medios. No se ha desactivado absolutamente nada, y hasta que ETA no se disuelva, entregue las armas y desaparezca mantendremos nuestros grupos perfectamente articulados", ha señalado.

Partidario de "innovar" basándose en la investigación, el nuevo jefe superior pretende implantar en toda la región policial en próximas fechas una herramienta informática que ya puso en marcha, a modo de pruebas, en la Comisaría de Málaga, y que recoge, localidad por localidad, todas las incidencias registradas a tiempo real, lo que permite establecer un "diagnóstico" global de las actuaciones de la Policía y proponer soluciones si se detecta algún problema.

Para Arrebola, el agente policial debe "tener una misión" cuando sale a la calle, porque, en su opinión, una organización puede caer "en el fracaso" si no tiene objetivos definidos y no trabaja en equipo. Además, apuesta por la continua especialización y formación de la Policía, ya que "haciendo siempre lo mismo no se consigue siempre lo mismo". "La sociedad, la delincuencia, no es una cosa monolítica, cambia diariamente, por eso no podemos utilizar los mismos métodos que fueron efectivos hace diez años", sostiene.

En lo que respecta a la posible desaparición de la Jefatura en Andalucía Oriental, el nuevo jefe superior es tajante: "Creo que fue un rumor, no sé si intencionado, que alcanzó la categoría de noticia. Se ha demostrado que no hay nada de eso, yo ni he recibido internamente un documento que informara de esa desaparición ni se me ha trasladado esa idea verbalmente. Creo que es un tema muerto que no da más de sí".

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