Cerca de 1.500 personas viven en 730 pisos viejos y en mal estado en Ciutat Vella. Ahora, el distrito ha creado un plan específico para empujar a los propietarios a emprender las reformas urgentes. Amenazan con multas por valor del 90% de lo que costarían las obras de renovación, y que oscilarían entre los 60.000 y 90.000 euros.

Los propietarios se enfrentaban hasta ahora a multas de entre 300 i 600 euros en caso de no emprender las obras necesarias. Con la activación del Pla Dintres, se harán hasta tres requerimientos a los propietarios y, en caso de que no respondan, se aplicarán "multas coercitivas", que podrán llegar al 90% del coste de la rehabilitación.

En caso de que no se puedan ejecutar las obras porque se declaren insolventes, el Ajuntament avanzará el importe de las obras, que se cargará directamente al registro de la propiedad. Está previsto que el Pla d’Inversions Municipals incluya una partida para este plan.

"Los expedientes abiertos quedaban empantanados, ahora tendrán un límite temporal y se hará un seguimiento", afirmó este jueves la regidora del distrito, Mercè Homs. "A los propietarios les saldrá muy caro no intervenir a tiempo", advirtió. Al menos 1.500 vecinos "viven por debajo de los niveles mínimos de habitabilidad", reconocía el distrito de Ciutat Vella. Hay 72 fincas en estado "muy deficiente", el 46% en barrio del Raval.