El director general de EITB, Alberto Surio, ha descartado una posible privatización del ente y ha advertido de que, "ir más allá en el ajuste" presupuestario, sería "traspasar algunas líneas rojas que pondrían en riesgo el servicio público". Asimismo, ha advertido de que el debate de los costes "no estriba en el número de canales", aunque en el futuro esta realidad "no tiene por qué ser inamovible".

Durante su intervención en el desayuno de 'Forum Europa-Tribuna Euskadi', donde ha sido presentado por el periodista Iñaki Gabilondo, Surio ha destacado que "una cosa es repensar el modelo y otra reventarlo", ya que "recapacitar el modelo no es ni privatizarlo ni dinamitarlo".

Además, ha lamentado que la "hegemonía cultural y política del nacionalismo institucional ha sido un contexto muy explícito que ha estado muy presente en el sector público vasco".

En la cita, han estado presentes, entre otros, los diputados de PSOE y Amaiur, Odón Elorza y Rafael Larreina, respectivamente, el teniente de alcalde de Bilbao, Ibón Areso, así como la concejal del Partido Popular Cristina Ruiz.

Tras señalar que, en el futuro, "si hay democracia habrá periodistas y televisión pública", aunque "poca gente se cree de verdad lo que significa", Surio ha incidido en que sin EITB, Euskadi, "tendría muy serias dificultades para tener una ventana al exterior y hacerse visible".

"Sin EITB, permítanme la exageración, sería un país prácticamente invisible", ha señalado, para añadir la necesidad de poner en valor el modelo público. En este sentido, ha reconocido que EITB se ha visto afectada por la revolución tecnológica, la crisis económica y "los problemas para fijar un horizonte estable de financiación".

En esta línea, ha destacado que el ente cuenta con 22 millones menos de aportación pública que en 2009 —más 8 millones menos de ingresos publicitarios—, lo que se compensa aplicando un "plan de ahorro". No obstante, ha reconocido la existencia de líneas rojas que "no se deben traspasar si no queremos retroceder".

A su juicio, "ir más allá en el ajuste" presupuestario, sería "traspasar algunas líneas rojas que pondrían en riesgo el servicio público". Además, ha descartado una posible privatización del ente vasco y ha calificado de "muy difícil" materializar esta posibilidad en otras comunidades.

"En EITB está absolutamente descartado. En otros casos de televisiones autonómicas,me parece muy difícil, más allá de sistemas mixtos de gestión o de la posible externalización de servicios. Aunque la privatización está permitida, creo que es un camino que no tiene recorrido y veo, además, muy difícil que haya voluntarios en el mundo privado que asuman este papel", ha señalado.

Surio, que ha reconocido no tener voluntad de aterrizar en el mundo de la política, ha valorado que los informativos de EITB "pisan los talones a los de TVE" y ha subrayado que el ente cumple 30 años en un momento en que se ve "una batalla de intereses" entre aquellos que quieren "asfixiar el modelo público y convertirlo en algo minoritario y marginal".

"oxígeno necesario"

"Lo público es una pieza vulnerable en este tablero de ajedrez. Soplan vientos en su contra, pero nos damos cuenta de que es un oxígeno necesario para hacer sociedades más transparentes y libres ya que el libre mercado no garantiza las funciones sociales y culturales de la televisión", ha advertido.

Asimismo, ha incidido en que si no hubiese televisión pública "no se harían determinado tipo de contenidos" y ha subrayado que estamos en un país donde es "necesario y conveniente cerrar heridas abiertas tras años de terrorismo y ausencia de verdadera libertad".

"La crisis exige priorizar, pero la gran mayoría de la sociedad vasca no admitiría que EITB quedara fuera de estas prioridades", ha considerado, para añadir que el ente no está puesto en cuestión por la mayor parte de la sociedad.

Tras recordar que EITB desarrolla "una función social extraordinariamente importante", ha remarcado que sirve para "la defensa de la identidad cultural y lingüística vasca". "A mí no me asusta hablar de identidad porque una televisión de proximidad no puede olvidar este anclaje emocional", ha añadido.

Para Surio, es necesario "incorporar una defensa radical de los valores democráticos y la pluralidad" por lo que no es concebible una sociedad que no encuentre un reflejo de esta identidad en su televisión. "Quien confunda identidad con sentimiento nacionalista deja en manos del discurso político sentimientos compartidos", ha manifestado.

CANALES

Por ello, ha destacado que en la defensa del modelo público encaja perfectamente una oferta bilingüe en euskera y castellano, algo que "no es un capricho, sino un reflejo de la diversidad cultural".

"La oferta no podría soportarse en un único canal bilingüe porque el espectador exige cada vez más tener un concepto previo de lo que va a encontrarse; en esto se basa el auge de las temáticas", ha manifestado.

No obstante, ha advertido de que esta realidad "no tiene por qué ser inamovible", ya que "en unos años esta sociedad será plenamente bilingüe por lo que quizá pueda hacerse algún replanteamiento".

"El inconveniente del sistema bilingüe es el coste; es más cara nuestra televisión porque hacer las cosas en dos idiomas es más caro que en uno, pero cualquier otra alternativa sería un reduccionismo alejado de la realidad", ha considerado.

Además, ha remarcado que "no es real" que la reducción de dos canales a uno trajera consigo una "reducción de costes proporcional", por lo que "el debate de los costes no estriba en el número de canales", sino en si se emplea los recursos de manera eficiente".

"Reducir el número de canales sería un pírrico ahorro simbólico y además se haría un daño considerable al servicio público", ha incidido, para añadir que el que hubiera sólo un canal en una de las lenguas oficiales sería "ir a un reduccionismo de la identidad plural de este país".

En esta línea, ha subrayado que de cada 100 euros invertidos en EITB un total de 90 revierten en empleo en Euskadi y ha indicado que si hay que llevar a cabo un debate de la estructura del ente éste corresponderá a los "futuros rectores políticos del país".

NACIONALISMO

Surio, que ha reconocido que a lo largo de 30 años la "hegemonía cultural y política del nacionalismo institucional ha sido un contexto muy explícito que ha estado muy presente en el sector público vasco", ha abogado por "corregir los errores que se hayan cometido".

Además, ha defendido la necesidad de fomentar la defensa de los derechos humanos y la deslegitimación de la violencia, ya que "debemos seguir haciendo pedagogía de la paz en este nuevo tiempo que se ha abierto".

Por último, y en referencia a las relaciones entre la televisión pública y el poder, Surio ha calificado de "anomalía" que no haya una "autoridad audiovisual con competencias frente a los operadores de televisión y el poder político".