Johann Christian Neuber, el orfebre del siglo XVIII que unió lujo, moda y ciencia

  • Fue el joyero real Sajonia y uno de los grandes maestros en el siglo de la Ilustración. Una exposición reúne sus mejores piezas, entre ellas una mesa que inspiró a Proust.
  • En treinta años apenas repitió un diseño y sus destrezas técnicas siguen suponiendo un reto en la actualidad.
  • Destacan sus cajas para guardar rapé, que adjuntaban un librillo con información sobre las piezas semipreciosas que había utilizado en cada obra única.
Caja de oro con patrones geométricos de piedras semipreciosas y la miniatura lacada de una mujer desconocida
Caja de oro con patrones geométricos de piedras semipreciosas y la miniatura lacada de una mujer desconocida
Johann Christian Neuber - Private collection - Photo: © Éditions Monelle Hayot /photo Thomas Hennocque
Caja de oro con patrones geométricos de piedras semipreciosas y la miniatura lacada de una mujer desconocida

Los testimonios de la época describen con asombro las piezas "de extraordinaria destreza" de Johann Christian Neuber (1736-1808), uno de los más ilustres orfebres de Dresde (Alemania, entonces integrada en el Reino de Sajonia) en el siglo XVIII. Los mosaicos que formaba con diminutos trozos de piedras semipreciosas eran "admirados por todos los entendidos".

Durante más de 30 años, Neuber fue uno de los maestros europeos de la orfebrería, con una precisión técnica que todavía hoy supone un reto. El rey Federico Augusto III de Sajonia lo nombró joyero de la corte en torno al año 1775. Poco después era el conservador del Grünes Gewölbe (La Bóveda Verde), el museo de Dresde que ahora alberga la mayor colección de joyas de Europa.

La Frick Collection de Nueva York, museo y antigua mansión del magnate y coleccionista de arte Henry Clay Frick, presenta Gold, Jasper, and Carnelian: Johann Christian Neuber at the Saxon Court (Oro, jaspe y Cornalina: Johann Christian Neuber en la Corte sajona), una exposición que recopila creaciones únicas del ilustre orfebre nunca antes reunidas en una sola muestra.

Riqueza y refinamiento en Sajonia

Con finas placas de porcelana Meissen, camafeos y miniaturas, el conjunto da una idea del interés de la corte sajona por unir lujo y naturaleza. De sus cajas para guardar rapé, acompañadas de un librillo que especificaba el nombre científico de las piedras utilizadas, una prestigiosa publicación de moda de la época destaca que "lujo, gusto y ciencia se reunen en un objeto de joyería moderna, deseable para cualquier acaudalado amateur".

La exposición, que estará en cartel hasta el 19 de agosto y viajará en otoño a París, reune 12 de estas exitosas cajitas, algunas con sus librillos explicativos correspondientes, que durante muchos años se consideraban símbolos de la riqueza y el refinamiento de Sajonia, tan vinculados al espíritu científico de la Ilustración.

La mesa que inspiró a Marcel Proust

Junto a sus pequeñas cajas doradas, creó castellanas (elaborados ganchos parecidos a los llaveros que las amas de llaves llevaban en el cinturón), marcos para relojes y otras delicadas piezas de oro con incrustaciones de piedras semipreciosas que formaban paisajes, diseños florales y patrones geométricos. Neuber rara vez repetía un diseño y experimentó tanto con el naturalismo como con la composición de figuras.

Otra de las obras destacadas de la muestra es la mesa Breteuil, uno de los muebles más extraordinarios creados en el siglo XVIII, con un mosaico de 128 gemas e incrustaciones de porcelana. Como hizo con la cajas, el orfebre elaboró un manuscrito con todos los nombres de las piedras y los lugares de la cantera en los que fueron extraídos. Admirada desde su presentación en 1781, sirvió de inspiración para la "mesa de mosaico" que aparece en la novela En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust.

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