Una técnica de Solidaridad viajó a Haití para recabar información para la idea inicial de Blasco de hacer una "ciudad"

Ocho trabajadores, además de Collado, dejaron la Conselleria por diferencias de criterios y tras constatar algunas irregularidades

Una técnica de la extinta Conselleria de Solidaridad y Ciudadanía, que fue cesada de su cargo, viajó en junio de 2010 a Haití para recabar información porque al entonces titular de ese departamento, Rafael Blasco, actual síndic del PP en las Corts, se le ocurrió la "idea" de construir una "ciudad" en la isla, tras el terremoto de enero de ese mismo año. Posteriormente, el proyecto cambió por el del hospital.

Así consta en la declaración realizada por esta técnica ante el juzgado de instrucción número 21 de Valencia, que investiga un presunto desvío de fondos de ayuda de cooperación concedidos por la extinta Conselleria de Solidaridad, consultada por Europa Press. Esta persona explicó a la instructora que fue la técnico que rechazó inicialmente los proyectos de la Fundación Cyes —que posteriormente comprobó que contemplaban la adquisición de dos inmuebles— porque no reunían el requisito esencial de la convocatoria, que era el trabajo en red.

En la causa han declarado como testigos ocho técnicos o trabajadores de la extinta Conselleria de Solidaridad que cesaron o dejaron sus cargos en distintos momentos por discrepancias en la forma en la que se aprobaban proyectos, y que han relatado a la juez cuestiones que les llamaban la atención o que veían que podían ser irregularidades.

Entre las declaraciones de estos testigos, figuran afirmaciones como que a partir de 2008 era "llamativo" que entidades de larga trayectoria y peso internacional se quedaran sin subvenciones y se concedieran a otras nuevas con escasa infraestructura, trayectoria y experiencia limitada, con el nexo común de Entre Pueblos (posteriormente Hemisferio) como evaluadora.

Asimismo, han coincidido en relatar que desde el gabinete del conseller se "tomaba interés" por inscribir en el registro a ONG que concurrían a las subvenciones y que posteriormente las obtenían, y que pensaban que actuaban por "órdenes" de Blasco, en unos hechos que eran de "conocimiento público" por personal de la Conselleria.

Además, figura la declaración de la que fuera directora general de Cooperación, Pilar Collado, entre septiembre de 2008 y abril de 2010, que explicó que dejó el cargo por estar en desacuerdo con la política de este departamento en el que se sentía "puenteada" por Marc Llinares, jefe de área que está imputado en la causa. Su sustituto en la dirección general fue Josep Maria Felip, también imputado. Collado relató la ausencia de explicaciones por la puntuación de algunos proyectos que recibían subvención, la similitud de algunos de ellos, muchos referidos a "soberanía alimentaria".

Alquiler de aviones

Una vez anunció su decisión de no firmar la convocatoria de ayudas de 2010 porque no le gustaban los criterios de valoración, Collado empezó a oír comentarios entre el personal relacionados con los proyectos "bien de lo de Cyes o de que alguna de estas entidades se dedicaba a alquilar aviones".

Una de las trabajadoras del servicio de gestión administrativa y asistencia jurídica que cesó tras ella y fue sustituida por Dolores Escandell, explicó que constató situaciones "poco normales" y discusiones o diferencias de criterio con Llinares y con la secretaria general administrativa Tina Sanjuán, igualmente imputada. El día que Collado comunicó su voluntad de dimitir, según su relato, el conseller los citó a una reunión para que ese mismo día sacaran la convocatoria de ayudas de 2010.

En relación con Haití, la técnica que viajó al país señaló que cuando regresó, le comunicaron que había un cambio de idea y que iban a construir un complejo hospitalario, sobre el que le dijeron que ya estaba el proyecto y la empresa constructora, de Miami. Asimismo, supo que en una reunión del Comité de Ayuda Humanitaria de Emergencia, el director general de Cooperación, Josep Maria Felip, propuso conceder a la Fundación Hemisferio 177.000 euros, que se habían recaudado de ayudas de los ciudadanos, para que identificaran las necesidades de actuación con una oficina técnica.

Según su declaración, esto no tenía sentido porque existía ya el proyecto del hospital y bastaba con 2.000 o 3.000. En esta línea, apuntó que le llamó la atención que se concediera la subvención para la construcción del hospital a Esperanza sin Fronteras por su poca entidad. En ese momento, desconocía que detrás de esa ONG estuviese Hemisferio, de la que sabía que era la que formulaba los proyectos de otras pequeñas ONG que habían concurrido a las convocatorias.

"PRESIONADOS"

Sobre los proyectos de Fundación Cyes, varios de los trabajadores han coindicido en explicar que Blasco había "montado en cólera" cuando vio que no estaban evaluados por la falta del requisito de experiencia previa. El conseller los citó a una reunión a finales de julio de 2008 para que entregaran el acta, y en la que, según sus versiones, se sintieron "presionados". Algunos dejaron sus puestos en septiembre.

Uno llega a afirmar que Blasco les indicó si es que nunca habían llegado a tramitar ninguna subvención que no reuniera los requisitos, y cuando le contestaron que no, les advirtió de que iba a revisarlos todos. Otro trabajador de la Conselleria, que dejó su puesto en marzo de 2010, señaló que cuando expuso a Llinares los motivos que le llevaron a dejarlo y las diferencias en cuestiones como Entre Puebloss, éste le dijo que tenían un conseller "muy peculiar o particular" y "con muchos caprichos".

Asimismo, han corroborado que antes de la llegada de Llinares, todos los grandes proyectos estaban a disposición del personal y técnicos y luego él los llevó a su despacho.

El proyecto de la Fundación Cyes contemplaba la adquisición de los inmuebles para la oficina técnica en 2007, algo "totalmente irregular" que esta técnico que los revisó inicialmente comunicó a Llinares, momento a partir del cual, el trato hacia ella cambió. Otras dos técnicas más fueron cesadas hacia diciembre de 2010, en lo que relacionan con las informaciones publicadas sobre este tema.

Según esta versión, corroborada por otras declaraciones, era "vox populi" —término utilizado por otros testigos— la adquisición de los inmuebles y que la actitud de Llinares era la de "favorecer" y tener "verdadero interés" la entrada de proyectos de entidades como Ceiba, Fudersa o Esperanza sin Fronteras, sobre las que consideraba que había un "trato especial". De ellas, resaltó que presentaron proyectos "prácticamente calcados" entre sí y que fueron aprobados.

Observaciones de becarias

Una becaria de la que era tutora una de las técnicas le hizo llegar irregularidades de unas de ellas en una visita a la zona, que comunció a la imputada Dolores Escandell, que la apartó del seguimiento de los proyectos. Otros presentaba importes "totalmente desorbitados" para talleres, que además realizan empresas de España y no locales.

Otra de las técnicas aludió, porque lo supo por un compañero, a que era "llamativo" el sobrecoste de facturas proforma de Entre Pueblos, y que a ella y otros compañeros les retiraron la posibilidad de acceder a información de proyectos porque entendían que no eran "personal de confianza".

Esta persona instó a la becaria de la que por su parte era tutora a visitar los proyectos de la Fundación Cyes en Managua, que le trasladó sus dudas sobre ellos y que se las comunicó a la jefa de servicio. Posteriormente, se decidió que fuera otra persona de confianza de Llinares quien decidiera los proyectos a visitar.

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