El Consejo Regional de la Federación de Municipios y Provincias (FEMP) de Castilla-La Mancha ha aprobado este miércoles, con los únicos votos del Partido Popular, el despido de ocho trabajadores del organismo.

Así lo ha explicado en declaraciones a los medios al término de la reunión el presidente de la FEMP y alcalde de Campo de Criptana (Ciudad Real), Santiago Lucas-Torres. El PP cuenta con 15 votos en ese organismo, frente a los 9 del PSOE y uno de IU.

Por su parte, el alcalde de Noblejas (Toledo), Agustín Jiménez, como vicepresidente de la FEMP ha denunciado ante los medios que, durante el encuentro, se le hayan quitado al vicesecretario general, Eugenio Sánchez, las competencias sobre asuntos económicos y de personal de la FEMP —que ahora pasarán a manos del secretario general, Fermín Cerdán, del PP— cuando tradicionalmente las regentaba el segundo partido con más votos, en este caso el PSOE.

Por estos asuntos, la alcaldesa de Belmonte (Cuenca), Angustias Alcázar y el alcalde de Marchamalo (Guadalajara), Rafael Esteban, han pedido la dimisión de Lucas-Torres como presidente de la FEMP, algo que, según ha indicado Jiménez, es la primera vez que sucede.

Alcázar también ha explicado que la propuesta del PSOE para que los despidos se abordasen en una Asamblea General Extraordinaria "ni se ha considerado". Los socialistas tienen ahora, según los estatutos de la FEMP, entre tres días y seis meses para solicitar su convocatoria, que deberá contar con los votos de un tercio de los ayuntamientos.

Los alcaldes socialistas en la FEMP han advertido de que todo lo que ha ocurrido este miércoles durante la reunión del Consejo Regional "es el certificado de defunción" de la Federación de Municipios y Provincias.