Uno de los cuatro detenidos durante la protesta llevada a cabo este lunes contra los recortes con motivo de la visita prevista a Bunyola por parte del expresidente del Govern, José Ramón Bauzá, ha relatado ante la jueza de guardia, al igual que han descrito los demás arrestados, el trato que le infligieron los agentes y, en su caso, cómo "me alzaron, me tiraron del pelo repetidas veces y antes de entrar en el coche me tumbaron de cara y uno de ellos me puso la rodilla encima de la cara".

Así es como Joan Servera ha detallado ante la titular del Juzgado de Instrucción número 12, Carmen González, cómo transcurrieron los hechos durante la protesta -en las que, según ha defendido, suele participar porque "es necesario"-, y ha recordado que tras ser introducido en el vehículo del Instituto Armado "me tenían la cabeza medio empotrada en la puerta" mientras uno de los efectivos le comenzó a presionar "encima de mis ojos".

Se trata de uno de los cuatro testimonios arrojados a lo largo de la mañana ante la magistrada, quien tras tomar declaración a los jóvenes detenidos, asistidos por el abogado Josep de Luis, ha acordado su puesta en libertad con cargos.

Se trata de unas comparecencias que desde primera hora de la mañana han contado con numerosa expectación en los Juzgados de Vía Alemania. Y es que una treintena de personas se han concentrado con una pancarta que, firmada por las organizaciones Endavant y Sepc, rezaba 'Libertad detenidos: Amadeu, Joan, Roser, Toni'. Entre quienes han acudido se encontraba el presidente de Esquerra en Baleares, Joan Lladó.

En su declaración, Servera ha explicado que durante la concentración también participó con la multitud "cortando el tráfico de la carretera" y en un momento dado la Guardia Civil dijo que había que desalojarla, a lo que no accedió alegando que si cortaba el tráfico era "para protestar". En cualquier caso, ha aseverado que en ningún momento se dirigió a los agentes con malas formas y que lo único que dijo a uno de ellos fue que "me soltase que me hacía daño".

Sin embargo, los anteriores hechos no fueron los únicos a los que vio expuesto, según ha subrayado, al afirmar cómo durante el trayecto en el vehículo hacia la Comandancia de la Guardia Civil "me hicieron burla y comentarios fuera de tono, se me insultó y se me tachó de antisistema".

Asegura que no mordió a ningún guardia civil

En este contexto, el joven ha asegurado asimismo que no mordió a ninguno de los efectivos y tampoco vio a ninguno con mordedura alguna, después de que uno de ellos haya presentado un parte de lesiones y haya acusado a uno de los detenidos de haberle mordido en el antebrazo. De hecho, ha aseverado que no tiene ningún inconveniente de someterse a un molde dental para compararlo con la supuesta lesión. Además, su abogado ha indicado que este agente "no participó en el arresto".

Por su parte, otro de los arrestados, Antoni Sansaloni, ha defendido ante la jueza que los protestantes no provocaron incidente alguno en el lugar de la concentración como tampoco insultaron a los guardias civiles, al tiempo que ha negado que gritasen "gora Euskadi ta askatasuna" (traducido como "viva Euskadi y libertad"). No obstante, sí ha lamentado el trato recibido por parte de los agentes, quienes "me estrecharon bastante el cuello y cuando les decía basta, me apretaban más".

"mi intención era recibir pacíficamente a bauzá"

En estos mismos términos ha depuesto Jaume Amadeu Corbera, quien ha aseverado que su intención en el acto era "recibir pacíficamente a Bauzá con la finalidad de protestar por los recortes". Tal y como ha apuntado, no recuerda qué dijo la Guardia Civil al hacer acto de presencia puesto que "procuré no acercarme demasiado porque sé cómo acaban estas cosas", si bien instantes después vio cómo los agentes cogían a uno de los arrestados "de los pies y los brazos y lo introducían dentro del vehículo".

El encausado ha recordado que le arrestaron en el momento en que fue a retirar a la pareja de uno de ellos -que también resultó detenida-, quien "iba chillando 'soltadlo'" cuando se llevaban a su novio "cogido del cuello de una forma muy violenta". En ese instante uno de los agentes profirió: "a éste también". También Corbera ha relatado la forma como le trataron y cómo dentro del coche le espetaron "eres un cateto, liante", mientras que le apretaron las esposas "hasta el máximo que se puede".

Finalmente, Roser Aguiló ha señalado que había quedado con su novio en Bunyola porque sabían que se esperaba la llegada de Bauzá y había prevista una concentración. Según ha apuntado, en ningún momento vio que nadie mordiera a uno de los agentes y ha recordado que, en un instante en que, ya estaba detenida, su madre le pidió que le diera las gafas para no perderlas, un guardia civil se dirigió a su progenitora para decirle "de mala manera 'habla en castellano que no te entiendo'".