Quince esculturas del tinerfeño José Abad han convertido lugares tan céntricos como calle Larios, puerta del Mar o la plaza del Obispo en un museo al aire libre. Además, cuatro de las piezas que componen esta curiosa exposición son nuevas construcciones que el autor realizó inspirándose durante sus estancias en la Costa del Sol. Las figuras destacan por sus grandes dimensiones, que en el mayor de los casos llegan a los cuatro metros de altura y 1.500 kilos de peso. Todas se basan en el arte prehistórico y, sobre todo, en el tradicional africano, del que Abad se confiesa un gran admirador. La fecha límite para poder disfrutar de estos gigantes de madera y hierro forjado es el 30 de octubre, día en el que finalizará la exposición.
Esculturas gigantes para decorar las calles
Forman ya parte del paisaje urbano de Málaga.
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