Los acusados de matar a otro en represalia por un incidente el día antes en una discoteca han dado versiones distintas sobre si tenían un cuchillo u otros objetos cuando ocurrieron los hechos en marzo de 2011. Sí han coincidido los cuatro en negar que apuñalaron a la víctima y han insistido en que fueron en busca del grupo con el que habían tenido el problema en el local con el fin de que "las cosas no fueran a más".

Un jurado popular juzga esta semana a cuatro hombres acusados de acabar con la vida de otro, que se interpuso en una pelea. Los hechos sucedieron en una plaza de Málaga capital, hasta donde los acusados, junto a dos menores —que ya han sido juzgados, aunque la sentencia condenatoria ha sido recurrida— fueron, según la Fiscalía "armados todos con armas blancas" a la espera de otros "a los que pretendían matar en represalia" por dicho incidente.

Entonces, vieron a un grupo en el que estaba la víctima y un testigo protegido, a los que "comenzaron a hostigar", llegando el testigo a recibir un golpe, aunque la víctima se interpuso para protegerlo. Las acusaciones sostienen que uno de los acusados "propinó un golpe en el abdomen con un cuchillo jamonero" a la víctima, tras lo que se dieron a la fuga, "no sin antes intimidar a los presentes" otro de los procesados.

El primer acusado en declarar, el que supuestamente apuñaló a la víctima, ha explicado al jurado que en la discoteca hubo un altercado en el que le insultaron y el portero los tuvo que separar y ha insistido en que el día siguiente sólo fueron a buscar al otro grupo para "hablar con ellos, que todo se quedara ahí y la cosa no fuera a más". Ha dicho que no quedaron todos los acusados, sino que se fueron encontrando por el camino.

Ha asegurado que cuando llegaron a la plaza y se bajó del coche dos personas se le abalanzaron con un objeto punzante "para agredirme", momento en el que a él le pasaron un cristal para defenderse, aunque no sabe quién fue. Ha negado que llevara un cuchillo jamonero, como dice el fiscal, y que los demás acusados portaran armas; y, aunque ha admitido que movió ese objeto cuando lo tenía en la mano, ha negado que apuñalara directamente al fallecido.

Ha manifestado que a otro acusado, que no estuvo en la discoteca el día antes, le pidieron que fuera con ellos para que intermediara con el grupo, porque conocía a la víctima, que tampoco estuvo en el altercado previo, y a sus amigos. Ha justificado que dijo inicialmente que llevaba un cuchillo porque estaba "presionado" en el juzgado y que vio una "actitud racista" en la Policía cuando se le tomó declaración.

El segundo acusado en declarar, hermano de uno de los menores que ha sido juzgado por estos hechos, ha relatado que no estuvo en la discoteca cuando el incidente, pero que el día siguiente se lo contaron otros acusados, quienes le pidieron que hablara con algunos miembros del grupo contrario que conocía desde hacía tiempo para "que no pasara algo más terrible". Ha negado que sacara un cuchillo porque "no tenía problemas con nadie".

Por contra, sí ha dicho que vio un cuchillo al anterior acusado, pero que no sabía que lo llevaba previamente y que, de haber tenido conocimiento de esto, "no hubiera ido con ellos". No ha podido asegurar que fuera ese procesado el que apuñaló a la víctima, pero sí ha respondido que era "el que estaba en la pelea" y la persona que estaba cerca era el luego fallecido, quien, según el acusado, ya herido se le acercó y le pegó, a lo que no respondió.

El tercer acusado, que es soldado, ha señalado que él iba con su mujer y un familiar caminando cuando se encontró a los dos anteriores acusados y a uno de los menores. En el momento de los hechos, el acusado ha indicado que vio "algo parecido a un cuchillo" en el primer acusado y a ese menor con un objeto punzante, que podría ser un vidrio.

Por último, el cuarto acusado, que fue detenido, según las acusaciones, cuando llegó a Madrid tras escuchar un policía de paisano cómo "se jactaba de lo ocurrido", ha asegurado que sí vio la pelea en la discoteca y que no fue a casa del primer acusado para hablar del primer incidente. También ha corroborado que pidieron al segundo acusado para que hablara con los del otro grupo, aunque ha indicado que en el momento de la pelea no vio ningún arma.

Ha explicado que estaba sin papeles y que cuando vio que podía ocurrir algo en esa pelea "me fui por patas". Asimismo, ha dicho que decidió irse hasta que las cosas se calmaran, pero ha negado que en el viaje en autobús a Madrid explicara a las personas que le llamaron que había matado a nadie, sino que sólo dijo que "había tenido un problema".