Los técnicos de la administración gallega continúan con los análisis de la mancha tóxica que baja por el río Umia, tras el vertido provocado por el incendio registrado ayer en la nave de productos químicos de Brenntag , en Caldas de Reis (Pontevedra) y estudian su desvío.
Los conselleiros de Medio Ambiente y de Pesca, Manuel Vázquez y Carmen Gallego, mantuvieron en la mañana del sábado una reunión en Cambados con los
Desde la Xunta indicaron que no se ha producido ningún corte del suministro a la población, sino que se
Esos primeros análisis, según fuentes de Medio Ambiente, indican que el vertido contiene productos orgánicos derivados del petróleo
El agua es potable
El abastecimiento a las poblaciones afectadas se realiza con las existencias de los depósitos, por lo que la Consellería ha recomendado a la población que economice el consumo de agua, sobre cuya calidad insiste que "está garantizada".
Los municipios afectados por este siniestro son los de Vilagarcía, O Grove, Meis, Ribadumia, Meaño, Cambados, Illa de Arousa, Vilanova y Portas -todos ellos en la comarca de O Salnés (Pontevedra)- y acogen a unos cien mil habitantes en total.
La Xunta estudia ahora hacer un "by pass" al río -explicaron las fuentes de Medio Ambiente- para canalizar la mancha y separarla del curso del cauce.
El objetivo es recuperar el agua de suministro a la población, pero también impedir que la contaminación llegue al mar, pues en la desembocadura del Umia se encuentra un rico banco marisquero y se verían afectadas también zonas de bateas de producción de mejillón, según Medio Ambiente.
Se podría haber evitado
El responsable de la campaña de Aguas de Greenpeace, Julio Barea, dijo que el vertido tóxico se podría haber evitado de haber existido "medidas de protección más severas en este tipo de plantas químicas".
"Si se autoriza la ubicación de este tipo de plantas junto a las orillas de los ríos, deberían adaptarse medidas de protección en caso de fuga como cunetas perimetrales con depósitos de seguridad", indicó.
La
Tras expresar su seguridad de que por parte de la Administración se tomarán las medidas precisas para atajar las consecuencias y recuperar el cauce, ADEGA llama la atención sobre "la ligereza con que se acepta cualquier ubicación para estas instalaciones de alto riesgo para la seguridad y la salud públicas y para el medio ambiente".
"Ninguna evaluación ambiental y de seguridad mínimamente rigurosa -sostiene- habría aceptado que esta instalación se ubicase en la orilla de este río y próxima a otras instalaciones o zonas pobladas".
Por su parte,
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