Los amigos del acusado del crimen de Lekunberri dicen que no vieron los hechos

Uno de los amigos afirma que el acusado les contó que le habían atacado con una botella y que él "le había metido cinco navajazos"
Palacio de Justicia de Pamplona.
Palacio de Justicia de Pamplona.
EUROPA PRESS
Palacio de Justicia de Pamplona.

Los amigos del acusado de matar a un joven guipuzcoano a la salida de una discoteca en Lekunberri en enero de 2010 han negado que vieran cómo el procesado dio varios navajazos a Asier Lavandera. Dos de ellos han señalado que después de lo ocurrido el procesado les confesó lo que había hecho, mientras que el otro ha manifestado que él no escuchó nada, que iba de regreso en el coche "atento a la conducción y a la música".

La sesión de la vista oral de este martes ha comenzado con el testimonio de los tres jóvenes que acudieron a la discoteca aquella noche con el acusado.

El primero en hablar ha sido un amigo del acusado desde la infancia, quien ha explicado que la noche que ocurrieron los hechos salió de fiesta con el procesado, bebieron algunos cubatas, y junto a dos amigos más fueron de madrugada a la discoteca, donde siguieron bebiendo. Cuando ésta cerró, ha señalado, salieron al parking y él se metió en una pelea.

Según ha relatado, en un momento dado el ahora procesado se estaba peleando con otras dos personas y "cuando fui a ayudarle me dijo 'vámonos corriendo que no hace falta que me ayudes'". "Yo eché a correr con él pensando que igual venían más", ha dicho, para insistir en que acudió a ayudarle porque vio cómo le pegaban "por la espalda".

El testigo ha asegurado que él no vio al acusado apuñalar a nadie, pero que huyeron de la discoteca en el coche rápidamente. "Yo preguntaba 'por qué corremos'", ha dicho, para explicar que el acusado les dijo que ya se lo diría más tarde y que en el coche les contó que le habían atacado con una botella y que él "le había metido cinco navajazos". "Yo pensaba que estaba flipando", ha indicado el testigo.

Después, ha apuntado, les paró la Guardia Civil a la altura de Berriozar, les "cachearon" y "le encontraron a Sergio la navaja". "Entonces dijo que nos dejaran en paz a los demás que sólo él había tenido que ver aquí", ha expuesto, a preguntas del Ministerio Fiscal, quien, tras terminar su interrogatorio, ha señalado que el testigo ha incurrido en "importantes contradicciones" respecto a declaraciones anteriores.

Otro de los jóvenes que se encontraba con el acusado la noche de los hechos, que, según ha dicho, le conoció esa misma noche, ha relatado que tras salir de la discoteca el cuarto joven y él, que conducía el coche, esperaron dentro el vehículo porque "hacía frío" hasta que se subieron el acusado y el testigo anterior. Ha manifestado que no salieron del lugar de forma apresurada, que en el coche él iba escuchando música y que al ser parados por la Guardia Civil, sí escuchó la palabra "arma blanca".

Ha dicho que no escuchó, dentro del coche, que el imputado dijera nada o que los otros ocupantes del vehículo recriminaran al acusado lo que había hecho. "Yo iba concentrado en la música y la conducción", ha expuesto, para señalar que ni cuando les paró la Guardia Civil notó algo raro.

El tercero dice que fue "todo rápido"

Por último, el tercer testigo, que ha dicho conocer "poco" al acusado, ha relatado que aquella noche fue "todo rápido". Al igual que el anterior, ha expuesto que tras salir de la discoteca se montó en el coche y que no vio ningún altercado, y que al rato se subieron el acusado y su amigo y salieron del lugar "normal". "No estaban nerviosos", ha respondido, y ha dicho que en el coche ambos "estaban hablando de que habían tenido una pelea, de algún puñetazo".

Ha manifestado que el acusado dijo entonces que "le habían pegado a traición", "que había pinchado y que había dado cuatro" navajazos. "Yo le dije que estaba loco", ha asegurado este testigo, para agregar que poco después ya les paró la Guardia Civil.

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