Un total de 138 personas han resultado muertas en las inundaciones ocurridas en el desértico estado noroccidental indio de Rajasthán en las
últimas tres semanas, según informó hoy la prensa local.
Las operaciones de búsqueda y rescate continúan en el devastado distrito de Barmer y en otras partes de ese estado, donde algunas zonas permanecen sumergidas pese a que las aguas ya hayan empezado a retirarse.
El secretario de Rescate del Gobierno de Rajasthán, R.K. Meena, dijo a los periodistas que la mayoría de las
carreteras ya han sido reparadas y que el material de socorro ya está siendo distribuido a través de ellas.
Un sólo helicóptero continúa siendo utilizado para arrojar paquetes de suministros esenciales en algunas partes todavía inaccesibles por tierra.
Miles de personas han resultado
desplazadas por las inundaciones y docenas permanecen desaparecidas.
Según Meena, un alto número de cadáveres humanos y de animales han sido recuperados tras la retirada de las aguas.
Cuarenta equipos de médicos y veterinarios trabajan en el terreno para prevenir la propagación de epidemias.
Cada año en la India se producen graves inundaciones durante la temporada del
monzón, que tiene lugar de junio a septiembre, lo que
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