La Consellería de Medio Rural e do Mar defiende rigor en el control sanitario de la cabaña ganadera y asegura que la tasa de prevalencia de la tuberculosis en el territorio gallego se sitúa en un 0,19 por ciento.

Fuentes del departamento autonómico afirman a Europa Press que las pruebas que se están realizando en explotaciones, sobre todo de la provincia de A Coruña, constituyen "una actuación normal de los servicios veterinarios oficiales" y que "no es nada excepcional ni hay nada extraño".

Lo explican a raíz de las protestas de ganaderos que atribuyen a la Xunta "irresponsabilidad" en la gestión, al denunciar que los técnicos obligan a sacrificar animales y tener las granjas en cuarentena "sin la certeza" de que las reses —vacas, fundamentalmente, pero también cabras y ovejas— sean portadoras de la enfermedad.

A este respecto, Medio Rural defiende su actuación "responsable", pues los controles para garantizar la sanidad animal no se realizan por "algo caprichoso", sino que hay que acometerlos "por ley".

Existe, según explican las fuentes de la consellería, un protocolo europeo que establece las pruebas sobre el ganado, con el objetivo de garantizar la sanidad animal y también "por velar por la economía de las explotaciones".

Porque "si se produjese un contagio" en el caso concreto de la tuberculosis, añaden, "habría que sacrificar más reses", al tener repercusión sobre la salud pública —por ser esta enfermedad transmisible a humanos—.

En esta línea, destacan que la acción de la Administración autonómica "ha conseguido que en Galicia la tasa de prevalencia de la enfermedad sea solo de un 0,19 por ciento".

"menor incidencia"

"No es que haya una mayor incidencia de la tuberculosis. Precisamente, porque hay una menor incidencia, se están reforzando los controles. Cuando hay algún caso dudoso se hace un segundo control, y hay que hacer los controles con más rigor", apunta Medio Rural.

Por último, asegura que "Galicia tiene las mejores indemnizaciones de España en esta materia" y que las compensaciones por animal, aunque no disponen de un baremo prefijado —depende de la explotación y del número de reses, entre otros factores—, "incluyen tanto el lucro cesante como la ayuda para reposición del ganado e indemnización por sacrificio obligatorio de las reses positivas".