La Sección número 2 de la Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a una pareja sentimental a tres meses de cárcel cada uno por simular que uno de ellos había sufrido lesiones como resultado de un accidente de tráfico en el que no participó, ya que no se encontraba en el interior del coche siniestrado, sino en las inmediaciones.

Según recoge la sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press, los hechos tuvieron lugar en septiembre de 2000, cuando el acusado salía de un pub y el coche en el que se había desplazado, que se encontraba aparcado en las cercanías, sufrió el impacto de otro vehículo que salía marcha atrás de una calle transversal y sin salida.

La conductora del coche que embistió al estacionado y su acompañante se bajaron para interesarse por los posibles daños causados, momento en el que llegaron los dos acusados, un hombre y una mujer que eran pareja sentimental, junto con una tercera persona desconocida. Todos marcharon a una gasolinera próxima a fin de tomar los datos relativos del seguro, que fueron facilitados.

Un día después, el acusado acudió al Servicio de Urgencias del Hospital de Caravaca de la Cruz, apreciándose artritis aguda traumática escapulohumeral derecha, de pronóstico leve, lesiones que se ignora como se produjeron realmente, pero que dijo haber sufrido en accidente de tráfico. Por ello, el Hospital remitió el parte al Juzgado número 2 de Caravaca.

El acusado declaró indicando que las lesiones eran consecuencia de la colisión acaecida en Mula el día anterior, y formuló denuncia por esos hechos. El Juzgado acordó que el individuo fuera reconocido por el médico forense, que además de la reseñada lesión, aportó documentación médica relativa a una reactivación de ulcera corneal que el acusado padecía desde niño.

Ambas lesiones habían precisado 120 días para su curación, de los que 60 había estado incapacitado para sus ocupaciones habituales y que le restaba como secuela pérdida de visión en ojo derecho, valorada en 25 puntos, lesión que le incapacitaba parcialmente su profesión de encofrador.

En juicio, el acusado ratificó su denuncia y mantuvo su versión de que las lesiones padecidas eran consecuencia del accidente sufrido, al encontrarse en el interior del vehículo en el momento de ser alcanzado por el otro coche. Así, solicitó la condena de la conductora que le embistió, reclamando como indemnización 3.859 euros por días de sanidad, 25.275 euros por secuelas y 13.730 euros por incapacidad permanente parcial para su profesión.

En el mismo juicio, la otra acusada intervino con el fin de favorecer a su pareja, ocultando ser su compañera sentimental. Así, ratificó faltando a la verdad que la supuesta víctima se encontraba dentro del vehículo cuando fue impactado y se bajó diciendo que se había hecho daño en la cabeza y cuello.