Margallo pedirá el martes en Londres que la flota gaditana vuelva a pescar sin restricciones

Se reunirá con William Hague, ante quien reivindicará el "derecho" de los pescadores gaditanos a faenar en aguas españolas

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, reclamará el martes próximo en Londres que la flota gaditana vuelva a faenar sin restricciones en las aguas en disputa que rodean Gibraltar, como venía sucediendo desde 1999 hasta que el Gobierno gibraltareño rompió en marzo el statu quo.

Así lo ha avanzado él mismo en rueda de prensa conjunta con su colega mexicana, Patricia Espinosa, donde ha reivindicado el "derecho" de los pescadores españoles a pescar en unas aguas que España considera propias, pues no las reconoce como británicas ya que no se cedieron por el Tratado de Utrecht de 1713.

García-Margallo ha adelantado que uno de los mensajes que trasladará a su colega británico, William Hague, será la necesidad de "volver a la aplicación del acuerdo de 1999", por el que se permitía a la flota gaditana faenar en las aguas en disputa, siempre y cuando no se adentraran a menos de 225 metros de la costa.

El conflicto con los pescadores españoles comenzó en marzo pasado, unos meses después de que el nuevo ministro principal del Peñón, Fabian Picardo, desbancara a Peter Caruana con una campaña electoral centrada en acusar a su antecesor de haber cedido soberanía a España con el acuerdo de 1999.

Picardo quiere imponer a la flota gaditana el cumplimiento de una ley de protección medioambiental de 1991 que prohíbe que se pesque con determinadas artes. Margallo ha aclarado hoy que España no tiene "nada que objetar" al objetivo de la norma. El problema estriba en "dónde se puede aplicar esa ley", pues existe una disputa en torno a la soberanía de las aguas que rodean el Peñón.

España, basándose en el Tratado de Utrecht por el que cedió a la Corona Británica la ciudad de Gibraltar, no reconoce a Reino Unido más aguas que las del interior del puerto. Londres, en cambio, entiende que por aplicación de la convención de la ley del mar tiene una milla y media de aguas territoriales hacia Algeciras y tres millas hacia mar abierto.

La visita del jefe de la diplomacia británica se produce a iniciativa del Gobierno británico, que es quien cursó la invitación hace unas semanas al jefe de la diplomacia española.

De gibraltar hablan solo los ministros

Aunque el viaje a Londres servirá también para abordar otros asuntos de la agenda bilateral, como las relaciones económicas, los ministros hablarán de Gibraltar. Los dos Gobiernos han decidido que del contencioso se ocupen los jefes de la diplomacia para evitar elevar así las diferencias a las conversaciones entre los primeros ministros.

De hecho, Mariano Rajoy y David Cameron se reunieron el lunes en Chicago, en los márgenes de la cumbre de la OTAN, para hablar fundamentalmente de la crisis de deuda en la 'eurozona', y no tocaron el tema de Gibraltar.

Nada más llegar al poder, el Gobierno del PP dio por enterrado el Foro de Diálogo sobre Gibraltar que los socialistas crearon en 2004 con los Ejecutivos británico y gibraltareño, una iniciativa duramente criticada desde el principio por los 'populares', que se oponían a conceder al Peñón voz y voto propios.

España, con el PP en La Moncloa, ha propuesto a Reino Unido sustituir este foro por un marco de diálogo cuatripartito, que incluya a representantes del Campo de Gibraltar para romper la asimetría que suponía que la colonia británica se sentara a negociar de igual a igual con dos Estados.

La propuesta no ha prosperado porque Gibraltar la rechaza. Londres ha ofrecido que los problemas cotidianos entre el Peñón y las localidades vecinas del Campo de Gibraltar se hablen entre las partes afectadas, sin la presencia de los Gobiernos español y británico, como está ocurriendo en el conflicto con los pescadores gaditanos.

A García-Margallo esta solución le parece "razonable", como ha dicho hoy, "siempre que en esas conversaciones no se llegue a acuerdos que excedan de cuál es su ámbito de naturaleza".

Además de dar por muerto el Foro tripartito, España quiere que Reino Unido acceda a reanudar las conversaciones bilaterales en torno al contencioso por la soberanía, aparcadas desde 2002. Londres sin embargo se niega bajo el argumento de que no iniciará conversaciones de este tipo hasta que los gibraltareños no den su consentimiento.

García-Margallo expresará a Hague su rechazo a que Gibraltar pueda vetar el inicio de conversaciones sobre soberanía entre España y Reino Unido. "Una cosa es que el resultado de las negociaciones, las autoridades británicas lo puedan someter a consulta de las autoridades de Gibraltar y otra conceder un veto a la iniciación de esas conversaciones", ha precisado.

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