La vicepresidenta primera del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha pedido al PSOE que no entre en controversias en la cuestión de Gibraltar y trabaje en cambio "desde la unidad" en defensa de los intereses de España y de los pescadores españoles que faenan en los alrededores del Peñón.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta respondía así al PSOE de La Línea de la Concepción, localidad vecina a Gibraltar, que en un comunicado ha responsabilizado a los pescadores de Algeciras de los nuevos incidentes ocurridos en aguas próximas a Gibraltar, con unas "provocaciones teledirigidas desde algún despacho de Algeciras", donde gobierna el PP.

Sáenz de Santamaría ha advertido a los socialistas de que Gibraltar "no es un tema para entrar en controversias de esta naturaleza", por lo que les ha pedido "trabajar desde la mayor unidad" en defensa de los intereses de España y de los pescadores de esa zona.

La vicepresidenta ha confirmado que el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, hablará el martes en Londres con su colega británico, William Hague, sobre este tema entre otros "muchos que interesan a ambas naciones".

En el caso concreto del conflicto que mantienen los pescadores de Algeciras con Gibraltar desde que en marzo pasado el Gobierno de La Roca rompiera unilateralmente un acuerdo que les permitía faenar sin restricciones, Sáenz de Santamaría ha indicado que el Ejecutivo español trabaja para alcanzar una solución como la que se alcanzó en 1999 entre las autoridades gibraltareños y los pescadores de la zona.

En su opinión, ese arreglo —consistente en permitir a los pescadores faenar sin las restricciones que impone una ley gibraltareña de 1991 sobre protección del medio ambiente— "es el más idóneo".

Hasta que se alcance esa solución —que deberá producirse en el ámbito de conversaciones entre el Gobierno de Gibraltar y los representantes de los pescadores, ha insistido— el Gobierno seguirá defendiendo los derechos de los pescadores españoles a faenar en unas aguas que son españolas.

Se trata, ha explicado, de defender la "legalidad marcada" por el Tratado de Utrecht de 1713, por el que se cedió a la Corona británica la ciudad de Gibraltar, pero no así el istmo ni las aguas que rodean el Peñón, salvo las del interior del puerto.